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Principio de un nuevo mundo

Padecí un cuadro ansioso/depresivo que tenía completamente olvidado, pero una serie de circunstancias se han ido encadenando de forma tal que no sería sincero si negara que he echado de menos mi Trankimazin.
En un Airbus Industrie A340, anunciaban la llegada de una nube que en su día fue negra y la esperaba, si no de colores, blanca o como mínimo gris.
La compañía de ferrys de Puntarenas a Paquera ya hace meses que venía avisando del mal estado de la rampa de subida de vehículos de Paquera. El aviso se convirtió en negativa de subir vehículos pesados, pasado un tiempo, de vehículos ligeros, hasta que dejo amarradas las embarcaciones. El MOPT, decía que tenía una nueva rampa preparada para colocar, pero que no tenía grúa para hacerlo. Vehículos dando la vuelta por Playa Naranjo. Acumulación de ellos y por tanto grandes esperas.
Me veía dándole la vuelta al Golfo de Nicoya, cosa que no me hacía gracia después de mi viaje a la ciudad del mismo nombre.
Alerta en Google y me aparece la primera sobre el tema. Se solucionará para cuando llegue mi pájaro volador. Aparece la segunda . Voy bien, el lunes todo esta arreglado, así que saliendo a las once tengo tiempo suficiente.
Tertulia del domingo por la noche: Alguien dice que uno de los ferrys esta averiado. Llamadas a diestro y siniestro hasta que me confirman tal extremo.

El lunes, día D, salida de mi pueblo antes de las ocho, con media hora de viaje hasta el terminal para tener cabida en la embarcación superviviente que salía a las once.
Llegada al Juan Santamaría, y donde tenia que decir que la llegada del avión era a las quince horas, anuncia a las dieciséis cuarenta. Pienso en atentado terrorista y más catástrofes posibles.
Por fin llegada a las diez y seis (no sé de donde se habían sacado los cuarenta).

No quiero equivocarme, pero la sensación que tengo es que la nube negra venia con unos bonitos colores.
Ni con mucho acabaron aquí las calamidades: Nos equivocamos de carretera al recoger a una persona, dificultades de embarque en el último ferry que salía para Paquera, con lo que podríamos haber hecho noche en Puntarenas.

Al día siguiente las nubes impidieron ver salir la luna llena en toda su plenitud, malentendidos con la muchacha que me había hecho la comida hasta entonces, y cabronada que me gasta alguien del que no podía esperar otra cosa y al que en su momento pondré firme.
Si a lo anterior, le sumo problemas con mi banco, desaparición de unos ingresos y acabo de una puñetera vez, recurro a la Ley de Murphy, la modifico a mi gusto para que defina la sensación que he tenido los últimos días, y la dejo como sigue: Si hay posibilidades de que varias cosas vayan mal, espontáneamente aparecerá otra.

Mientras pasan cosas.



Ha llegado la semana santa, y nunca había visto el camping tan lleno, lo que me hace pensar que jamás entenderé a este país. Donde parecía que la crisis lo había sumido en un profundo sopor, despierta fulgurante a pesar de los problemas de comunicaciones, cosa que tampoco me ha hecho mucha gracia por una tontada como que encontrar mesa en la playa era casi imposible.


Entre col y col lechuga y he contemplado una especie de procesión de semana santa que no había visto en los años anteriores. En varias casas del pueblo habían preparado una mesa vestida de blanco con un jarrón con flores en la que paraba la comitiva y acompañados de una guitarra cantaban una especie de rezos. Al parecer eran los vía crucis si mal no recuerdo me dijeron.



Muy cerca de mi casa hay una cría de iguanas. Dentro de ella he visto a dos pequeñas preciosas.

También ha florecido el que tengo de vecino.

La nube continúa de colores aunque en la distancia, y en algunos momentos de morriña se le ven tonalidades grises.

Detalle curioso: los zancudos no respetan ni a las nubes.
Yo entre la Ley de Murphy, y mis nubes ando descontrolado, pero recurro al no hay mal que cien años dure…
Espero que mi nube y yo vayamos cogiendo nuestro ritmo, que por supuesto va a ser algo maravilloso.

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Giovanni y Mary. Las apariencias engañan


Es mucho el tiempo que hace que conozco a Giovanni y Mary, y cuando digo conozco, no estoy diciendo que hubiera tratado con ellos. Cada quince días o quizás cada mes, los veía pasar en dirección al Súper o en dirección contraria, hacia el muelle. Si seguían esta última dirección, invariablemente los efectos de guaro eran patentes, el uno apoyado sobre el otro para guardar el equilibrio. Él paraba para saludar a algún conocido e incluso platicaba un poco, pero seguían camino y los veía desaparecer entre los árboles que llegan a la playa.
No se por que causa, sentía lastima de Mary. Suponía que bebía por respeto a su marido. Jamás la he escuchado hablar. Poquita cosa ella en comparación a él, al que no por casualidad llaman Giovanón. Tampoco es normal que nadie pasee junto a una vieja como ella y esta vez cuando digo vieja es que es de edad superior a los treinta en los que por aquí marcan a la mujer como tal.
También sabía que vivían en una playa al otro lado del lagarto (montaña que cierra la bahía).
Ayer cuando me acerque a ver mi atardecer, me llamo la atención verlos sentados en una mesa con algunas personas conocidas, ocasión que no desaproveche para sentarme junto a ellos. No quise interrumpir la conversación que tenían, pero de vez en cuando intervine para sonsacarle datos que me tenían intrigado. Supe de sus deseos de comprarse una panga y que en el muelle vivía su padre que tenia una; también que había ejercido de marinero/peón en una de ellas, pequeña, porque con mas de doscientos kilos, reconoció que la panga se hundía y yo se de otras que han llegado con una pesquera de mas de ochocientos.
Hoy me extraño más. Me encontraba solo en mi mesa saboreando una guayaba verde (he conseguido que me regalen tres), cuando veo que Giovanni, se acerca a saludarme. Lo invito a que se siente junto a mí y lo primero que hago es preguntarle por Mary
Es que tiene una infección en la pierna y le cuesta andar
¿Y que le ha dicho el medico?
No tenemos plata para ir a que la vea, pero ya esta mejor
¿Es esa la razón por la que no habéis vuelto a vuestra casa?
Sí, esperamos a que se ponga mejor
Lo invito a guayaba y a tabaco y hoy si le hago un interrogatorio en toda regla. El no solo encantado de contestarme sino que disfruta pudiéndole contar a alguien sus penas/alegrías.
Al igual que ayer esta completamente sobrio
Explícame donde vives
En playa Ventana
¿Cómo se llega hasta allí?
Por carretera, una vez pasado Pochote, hay un camino que llega hasta una playa cercana y hasta mi casa hay que esperar a que esté la marea baja.
¿Y no puedes llegar en panga?
Pero me cobran diez mil colones (todo un lujo para él)
Como es lógico no tienes corriente eléctrica
No
Estúpido de mi, tambien le pregunto: O sea que ni alumbrado, ni Frigo, ni lavadora ni televisión.
Nos alumbramos con candiles, pero a lo otro se acostumbra uno
¿Y los alimentos?
Allí tenemos de todo. Me imagino que no por gusto vienen al Súper
¿Pescas?
Cuando vaya por allí le voy a hacer un ceviche como no se haya comido otro
Cambio un poco.
Oye, ¿y como piensas comprarte la panga?
Espero que don… (Se me pasó anotar su puto nombre) me despida. Me han dicho que me tendría que pagar dos millones y medio de colones
Intento hacerle comprender que jamás lo despedirá.
El me prometió una panga cuando se comprara su yate. Se lo compro y yo me he quedado sin panga. También me prometió un cuadra y tampoco me lo ha comprado
Este fulano ha sido ministro de Costa Rica.
Es bastante mas lo que he hablado con él, y he llegado a la conclusión de que cada quince días/mes, coja una buena cogorza, no solo se la merece, sino que quizás sea la única terapia que se pueda permitir.
También a pensar que no solo hay hijosdeputa españoles, sino también entre los exministros ticos.

Cambiando de tema. Efectos de los puros, guaros, colombianas (en ese orden) que se toma Joan. Caída de su moto/negocio cevichero.
Que te mates tú me importa un carajo, pero piensa que puedes matar a un niño que ninguna culpa tiene del estado en que conducías. Le he dicho.


El botellín junto a la pierna izquierda es una pacha (guaro).

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De cómo puede peligrar la tercera pata

Hace unos días, no recuerdo exactamente que hacía, cuando escuché un chapoteo que deduje venia del retrete (recuerdo cuando me regañaban por utilizar esta palabra y podría hacer apología de la misma, pero no toca, así que mientras tanto dejo el siguiente , en el que el autor, bien la hace). Acerqueme al mismo y vi el bicho que en la imagen aparece. Este no es tu sitio, me dije, así que intente cogerlo por el cuello y echarlo a la calle, pero se retorció y me enseño sus fauces que no auguraban nada bueno, al menos para mis dedos. Podía haber utilizado un método expeditivo para acabar con él, pero no soy amigo de acabar con una vida así como así, por lo que me acorde de la gata que cuando por aquí apareció era buena y demás reptiles. La meto dentro del excusado, cierro la puerta del mismo y me dije que la naturaleza cumpla su función.
Nueva zapatiesta, miaus de ya he acabado, abro la puerta y efectivamente no veo el garrobo, pero me quedan serias dudas de si este no había vuelto por donde había venido.
Pasan los días y mentiría si no dijera que todas las mañanas al sentarme en tan noble artilugio, me acordaba del bichejo. ¿Y si sale sigilosamente y ciertos atributos le sirven de ayuda para abandonar definitivamente semejante lugar? No estaba a gusto.
Hoy salía de la piscina y voy a echar una meada y pum, aquí estaba de nuevo el bichejo. Piensa, me dije, por las mañanas no serás feliz, así que búscate una solución mejor que la del otro día.
Busco un mecate, hago una lazada, se la paso por el cuello y lo cazo. Voy con él a soltarlo en la calle, pero el nudo no quedo lo suficiente apretado así que cerca de la puerta, se escapa, esta vez la gata si estaba al acecho, el garrobo primero se defiende enseñando sus dientes, pero cambia de táctica y se hace el muerto, táctica en la que la gata es experta así que se pone a jugar con él y aquí me las iban a dar todas. Les empujo a los dos, los saco al patio, cierro la puerta y dejo que lo que tenga que ocurrir ocurra.
No se el final del garrobo, si de la gata, ahora mismo duerme junto a mis pies.



Cosas que solo me pasan a mí, seria la etiqueta.

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Hasta Javier tiene que ser políticamente correcto

Hace tiempo que Javier esta raro. Así es Javier, me digo. Lleva un tiempo que cuando viene de de su venta de abalorios en un hotel cercano, a pesar de hacerle señales para que se acercara por mi mesa, pasaba de largo, eso si, saludando con movimientos de su mano, pero también, cosa rara, sin dar una sola voz de las típicas en él.
Hace unos días que ni lo veo pasar y ya la cosa me escama más. Pasará mas tarde, pero no, aguanto hasta bastante entrada la noche y no. De hoy no pasa, me llego por su casa a saber de él.
Javier estaba sentado en su porche en su típica postura de los pies sobre la pared.
Javier, coño, me tienes preocupado, ¿te pasa algo?
La policía me echó, dándome tres minutos para que lo hiciera
Seria larga la historia. Javier lleva en este lugar más de veinte años, pero un día le cayó mal a uno de los dueños del hotel, en concreto a Simón. Un tío con el pelo rasta, que vende con grandes aspavientos, y que pone su mercancía sobre una bolsa negra de basura, no es buena imagen para el hotel, así que da ordenes a sus guardas de seguridad para que lo echen. Le explican que en Costa Rica la playa es de todos y es allí donde tiene su industria. El hijoputa español(los españoles en Hispanoamérica tenemos fama de tales y cada vez lo comprendo mas), no puede aceptar que un desgraciado pueda con uno de los dueños de un emporio hotelero, así que recurre a su accesoria jurídica. Javier no tiene patente (algo así como permiso de venta ambulante pero que solo sirve para un lugar en concreto). No es mucho lo que tarda en aparecer, no los guardias de seguridad, sino la policía, y lo echan. Javier que es muy pacifico pero a cabezón no le gana nadie, se saca la patente y sigue vendiendo en la playa del dichoso hotel.
Simón no concibe que un desgraciado como Javier pueda con él, así que la siguiente vez que aparece por estos lares le dice al responsable del hotel que haga lo que sea pero que no quiere verlo. El gerente ve peligrar su cargo, y llega a un trato con Javier: te doy… dólares por cada día que este Simón por aquí y no aparezcas. Javier encantado, es mas de lo que gana en un día normal, así que deseando que el hijoputa aparezca.
Hace nueve días se dejo caer por aquí, el gerente ha cambiado y no sabía la táctica del anterior así que llama directamente a la policía, con la mala suerte de que se encontraba sin patente.
Otra aclaración. Esta vez no un hijoputa sino una ... india, y para nada es racismo, sino que es india de verdad, y eso no quita para que lo sea, le saca a Javier hasta la cerilla de las orejas. Me es difícil comprender como sobrevive.
No se como lo hará, pero hasta que no pague la patente, el sabe que no puede volver.
Lo curioso del caso es que Javier no es el único vendedor ambulante que hay frente a esa mierda de hotel; que yo sepa al menos hay cinco nicas, que aparte de no tener patente están mas ilegales que la colombiana. El por qué la policía solo va en su busca, no lo entiendo, o lo dicho, Javier no es una persona políticamente correcta para el hijoputa Simón y la policía obedece ordenes extrañas, sin cumplir la ley.

Otrosí: Todos los días son de aprender. Hace unos días comí mango verde con sal. ¡Vaya cosa rica! Pues bien esta tarde veo a una niña que pasaba junto a mi mesa vendiendo unas bolsas de fruta [un rojo (mil colones) mas de un kilo], pregunto que clase de fruta es y me dicen que guayabas (a mi madre le encantaban). 
Pero vamos a ver si están más verdes que la hostia
Es así como están ricas
Compro una bolsa y las pruebo, ni siquiera con sal. Repito, ¡riquísimas! Lo que no se si esta noche despertare con un terrible dolor de barriga.


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Vivir condicionados. El qué dirán

En los últimos días he leído y escuchado la frase: el qué dirán. Textualmente en el escrito me decían: la influencia que sigue teniendo en él/ella el qué dirán, y de viva voz, eso si, a través de miles de kilómetros y refiriéndose a mi familia: ¿no me digas que no te importa el qué dirán?
Esta tarde en mi mesa, las visitas han sido breves, por lo que se me ha cruzado la dichosa frasecita y he tenido tiempo de reflexionar sobre ella. También es verdad que los atardeceres en esta época del año ni con mucho son lo que en la de lluvias. La contemplación del cambio de colores de las nubes deja de ser un espectáculo y los verdes dejan de ser vivos.
Llegaran las lluvias para deleite mío y desgracia de los habitantes de esta zona (desaparece el turismo y los días de pesca son escasos).
Y mencionados los días de pesca no puedo dejar de citar lo que los otros días me dijo Harold, sobre el cielo estrellado que él ve en sus noches en el mar: Que mas quisiera el Presidente (ahora es Presidenta) ver esta maravilla que yo estoy viendo.
Intento hacer memoria de la última vez que la escuché. ¿Diez? ¿Doce? ¿Catorce años? No encuentro ninguna referencia en la que estuviera. Buen asunto me digo. ¿Pero esta frase aun sigue vigente? No me cabe la menor duda, no es posible que en el intervalo de una semana se me haya cruzado dos veces por pura casualidad. Al menos en aquel mundo sigue en uso. ¿Y para los ticos? Tengo la seguridad de no haberla escuchado en el tiempo que llevo por aquí, no conforme a la vuelta veo a mi amiga (…) y le pregunto.
Si se dice, me contesta
Repítemela tal y como la decís vosotros
Que van a decir, y contra ella decimos: que pasen y no me toquen
Es verdad, a ella se lo he escuchado, pero en su submundo casi la entiendo, convencido de no habérsela escuchado a nadie mas.
De algo estoy seguro, fuere en aquel o en este mundo el que dirán me resbala. Sigo pensando y busco un ejemplo de algo que este haciendo y que en aquel hubiera que pensar en el dichoso que dirán. Se me enciende la lucecita: ¡La coleta! En realidad estaba a punto de cortármela, y no porque haya dejado de torear, sino porque ya he cumplido el sueño que no pude cumplir allí y que me propuse realizarlo aquí. Pues bien: Puedo prometer y prometo que no me la cortaré hasta que no haya vuelto a España.
Paro y pienso: ¿que amigos me verán con ella? Posiblemente ninguno, por la sencilla razón de que no existen (que dios me libre de los que tuve. Hay excepciones), pero si me vera Fernando el tendero, el de las revistas, el del Súper. Me imagino sus caras de espanto y me estoy riendo a carcajadas.
He terminado de descojonarme y sigo. ¿Soy un ser especial? ¿De verdad no me importa el que dirán? ¡Hombre…! Me digo: pasear en pelotas por Cullar Vega, tampoco lo voy a hacer, pero no por la frase, sino porque hacer espectáculos nunca ha sido lo mío.
Hay personas que se paralizan con la preocupación de qué pensarán los demás (papás, hermanos, amigos, cónyuge, hijos, etc.) si actúan en determinada forma, por lo que prefieren no hacer nada.
Por el que…, se de gente que se ha dejando la vida por los demás, cuando los demás iban a su rollo.
Hay personas que su entorno esta limitado a amigos y familia. Si con ellos están pensando en el que dirán, es que son unos hipócritas. No me gustaría tenerlos por tales.
¿Soy un perro verde o estoy tocando lo que buscaba? No lo se, pero repito: me paso por el forro de los… (el no citarlos es por respeto y no por…) el qué dirán.
Pudiera parecer un truco, pero es cierto que por el punto y aparte anterior estaba cuando llega mi amigo a pedirme una botella de plástico vacía (la llena y la congela para tener agua fresca todo el día, en su venta de abalorios a pleno sol), no me puedo perder su opinión y le hago la misma pregunta que a mi amiga (…).
Si se utiliza, pero solo lo hace la gente muy selecta, la que vive encerrada en un caparazón… Y tengo que escuchar al menos diez minutos de sus filosofadas.
Que se jodan, le contesto.

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De curanderos y de la prolongación de la vida

Estoy cansado. Muy cansado. Esta tarde ni en condiciones he estado de ir a ver mi atardecer. Se perfectamente que me habrán puesto falta en mi tertulia.
La causa del cansancio: el dolor. No voy a explicar el motivo del mismo, pero esta mañana desde que me levante hasta hace un par de horas he estado con él. Fue en aumento y en ciertos momentos casi lloraba del mismo. Ahora a pesar de haber desaparecido por completo, lo que siento es eso, cansancio.
He cometido el error, de en unos momentos en que no quería pensar en el mismo y puesto delante de este aparato, comunicárselo a una persona muy lejana. Sé que sufría y me daba buenas soluciones, pero también sabía que eran tardías, tenía que haberle hecho caso antes, pero no; cabezón yo, me dije que se me curaría solo (ahora sigo pensándolo). Tampoco quería decírselo a mi amiga (…), puesto que se perfectamente que su reacción inmediata hubiera sido subirme en el carro y llevarme a una especie de ambulatorio a una hora de camino, pero también sabía que tampoco allí me iban a solucionar nada.
El cuerpo es muy inteligente, en él confíe, y él ha sido el que ha solucionado (por ahora) su avería. También es verdad que las personas que me rodean ni tienen medios para buscar a un especialista y el por qué debo de ser yo más que ellos.
Desde que estoy en este país, solo me he encontrado mal (que no enfermo) dos veces. En la anterior fue otro dolor, en aquel caso, de ojos. Aguanté lo indecible, hasta que llegó un momento que decidí buscar ayuda. Carro, ferry, taxi, hasta llegar a un oftalmólogo, reconocimiento y diagnóstico: En los ojos no tenía absolutamente nada. Todo el día dedicado a los ojos y curiosamente los tenía bien. Me dio la dirección de un neurólogo amigo suyo pensando que él lo solucionaría. No quería repetir la experiencia así que afine mis búsquedas en internet, y no se el por qué cuando leí como causa, contractura muscular en el cuello (o algo similar), lo asocié, busqué a mi amiga Helena, me dio un masaje previo pago (en Costa Rica todo vale), y remedio santo. La verdad es que me ha dicho que es conveniente que vuelva, pero soy un dejado; al igual que tendría que haber tomado remedios para el de hoy.
Todo esto me hace reflexionar sobre los pensamientos que tenía cuando abandoné España y mi idea era irme a Nicaragua a un lugar lo más alejado de la civilización. En ese no lugar, ¿cómo lo habría solucionado? El primero casi estoy seguro de no haberlo padecido, puesto que en la lejanía doy por supuesto que la causa fue la postura ante la computadora, postura que corregí. En aquel lugar ni corriente eléctrica hubiera existido. ¿Y el de hoy?: El remedio lo veo tan natural, que estoy convencido que el curandero del pueblo lo hubiera hecho tan bien como el mejor médico de la civilización.
La esperanza de vida se está prolongando hasta edades para mi alarmantes. ¡Vamos!, que la piedra filosofal está a la vuelta de la esquina. ¿Compensará este alargamiento? Ya se vislumbran los primeros problemas y uno está muy en las últimas noticias: la prolongación de la vida laboral. ¿Explotarnos más de lo que lo han hecho hasta ahora? No lo veo claro. ¿Y después?, cuando llegue esta. ¿Asilos (políticamente correcto llamarles residencia de tercera edad)? ¿Estorbo para las familias? Esto último ya lo es; en época de vacaciones los hospitales se llenan de viejos.
No estoy en contra de la prolongación de la vida pero siempre que esta vaya acompañada de una buena calidad de la misma. ¿Es esto lo que estamos consiguiendo?
Me vienen a la cabeza dos ejemplo de vejez, uno humano y otro animal. Cuando un viejo/a, en las tribus trashumantes de los indios norteamericanos, veía que era un estorbo para su familia, una noche desaparecía; la tribu tenía que seguir camino; todos sabían que se dejaban morir, pero aun sintiendo la lógica pena, lo aceptaban como ley de vida.
Los buchones (así llamados los pelícanos por aquí), cuando son viejos (unos lo achacan a la pérdida de visión) el picado no lo hacen sobre una posible presa, sino que eligen una buena roca de la costa y contra ella se estrellan (La Isla de los Hombres Solos).
De una cosa estoy seguro: ni me veré humillado, ni rabiando de dolor en los últimos días de mi vida. Espero conservar la mente lo más lucida posible para que esto no ocurra.
Conseguido: Prolongué la hora de acostarme, aunque con la mente también cansada dudo si no habré escrito una chorrada.

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Mujer desnuda (que se)

Hace muchísimo tiempo que no convivo con nadie, algo que tu has hecho toda tu vida, por lo tanto para mí es muy difícil; es algo que te estoy diciendo desde el principio, pero tu lo estas ignorando. Yo solo he estado con un hombre en mi vida y sabes que te he hecho saber que os odiaba, aunque no es así, me odiaba más a mí por no saber querer o sentir nada por nadie, y no te hablo con doble intención. Que te bese, que te desee, no lo se, es que no lo se, y permíteme decirte, sin que te moleste, que me parece todo un juego divino por tu parte, que me lo estoy creyendo, pero nada mas. Quiero vivir todos los preámbulos de una relación (y no me hables más de la edad), yo aunque te vas a reír y no debería decirte esto, creo que estoy virgen en muchos sentimientos y en muchas cosas, así que te pido por favor que no me digas más que hablo y no me entiendes, porque ya me siento mal de contarte todo esto de mi, y sin embargo no me enfado, no me cabreo no quiero hacerte daño, quiero que te tomes todo esto de una manera relajante, dulce.
Tú llevas toda tu vida viviendo en compañía de una persona. Yo tengo hijos pero no lo he hecho jamás, nunca he sentido nada durante el tiempo que ha durado nuestro matrimonio.
No deseaba expresar nada de esto, pienso que de nada nos sirva a los dos.
Yo solo quería verte, sin saber ni pensar, que podía pasar, ni antes, ni durante, ni después, y me dices que no me desnudo; no me dejas ni de quitarme la camisa.


Leído en la web. Precioso.
Me imagino lo que sufrió esta mujer para abrirse como lo hizo. O quizás sea eso, producto de la imaginación.

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Ni buenos ni malos, solo diferentes mundos

Día como mínimo raro por no decir carbrón, y como viene siendo habitual, por las noticias /no noticias de España. Esta vez no le echo la culpa a los españoles/as; con el poco tiempo que tuve para reflexionar creo darme cuenta que esta vez la culpa la tengo yo y quizás me alegre.
En algún escrito anterior me decía que me sorprendía lo tico que soy ya, para bien o para mal.
Llevo unos días sospechandolo, pero hoy, por circunstancias que no vienen al caso, me he dado cuenta lo que ni yo mismo creía. Abandoné un mundo que no me gustaba a la búsqueda de uno nuevo; creía que por estos pagos encontraría algo semejante a lo que buscaba, pero craso error, el de los ticos no es mi mundo, aun a pesar de estar catalogada Costa Rica como el país mas feliz del mundo, por lo que tuve claro que el que yo buscaba ni existe ni existirá razón por la que me propuse, no continuar buscandolo, pero si fabricármelo yo, y estoy sorprendido. Que lo estoy consiguiendo es seguro, si es bueno o malo ya no tanto, aunque tengo la sospecha de que voy bien encaminado.
Llega mi hora de mi atardecer y no lo perdono. Me voy confuso y encima me ha vuelto el dolor de ojos, cosa que había olvidado; para más inri, me encuentro las mesas ocupadas, aunque creyéndome con ciertos derechos, me siento en la mía, eso si preguntándoles a sus ocupantes si les molestaba, cosa que me aseguran que no (siempre he dicho que me admira de los ticos su capacidad de compartir todo, en este caso la mesa, pero igual es la comida, y por que no, la bebida). No es mucho lo que tardo en quedarme solo y con la mirada puesta en el lagarto (montaña que cierra la bahía), reflexiono lo dicho al principio. Puede que deba añadir que también pensé que intentar atraer a alguien al mío, debo de hacerlo con sumo cuidado y no sin antes hacer comprender en que consiste. Vamos que el/la que a él se acerque tenga muy claro a donde va. Sin ser consciente puedo hacer daño y quizás mucho.
Poco tiempo para reflexionar porque se sienta junto a mí, mi amiga (X) (en ella si entiendo que quiera su anonimato cuando la menciono). Esta mañana me había dicho cosas como:

PERO GRACIAS A TI
PIENSO DIFERENTE
HE HECHO COSAS QUE
SOLA NO ME GUSTARIA
HAS SIDO MI APOYO EN TODO
DE VERDAD ES COMO MI OTRA MITAD
AUNQUE EQUIVOCADAS
NO SE SI ME ENTIENDES?

Algo estoy haciendo bien.
Y gracias a ti, amiga mía. Tu también me has dado mucho. Lo nuestro ha sido una simbiosis.
Llega Helena. Me cuenta sus proyectos. Lleva en este país un poco mas tiempo que yo y dice que ya ha aprendido lo suficiente de los ticos como para saber presentarle cara a aquel mundo y que en primavera se ira para España donde piensa vivir durante los meses de verano y aquí los de invierno. Ella es canadiense, aunque ha residido en varios países de Europa, en especial en Francia, y en algunos de África, pero lo que más me admira es la cantidad de idiomas que domina.

Vuelvo con (X) y al pasar por la casa de Javier le digo que me deje. Necesitaba escuchar sus filosofadas/ locuras. Antes de cruzar la carretera veo a Rocío y a su hermana; es ella la que se da cuenta y viene a saludarme. Charlamos, cruzo y me siento con Javier. Al poco llega Cartago y nos cuenta que hacían por allí: A la hermana (veinte años), la madre la ha echado de su casa, y lo han buscado a él para que le solucione el problema. Aunque sabía lo que le iba a responder, no se resiste a resolver el problema pidiéndome que la acoja yo. Cartago sabe de sobra que solo tengo una cama y ningún sofá o similar que pueda hacer de lo mismo. Dan por supuesto que ella se acueste conmigo con todas las consecuencias. ¿De quien no me voy acordar?: de mi amiga casualidad, pero también esta equivocada; por aquí no hacen como en oriente, es un intercambio de favores de lo más lógico. Otro mundo y ya se sabe, a donde fueres has lo que vieres. Yo ya lo voy comprendiendo.
Sigo, porque también me hablan de otro caso, en este, de una vieja (treinta años) que también lo esta pasando mal. De esta siento mas pena; como he dicho es una vieja y no tendrá tantas facilidades como posiblemente tenga la hermana de Rocío.
¿El por qué he escrito esto? No lo tengo claro, pero estoy casi seguro de la causa. Puede que pretenda que alguien, que creo que lo leerá, entienda que el mundo no es fácil ni difícil, y que hay muchos mundos, y que no están ni aquí ni allí. También está el de los que mueren de hambre, pero de eso no estoy hablando.
Nadie nos da nada. Nuestro mundo, y cada vez estoy mas convencido, no lo hemos fabricado nosotros (perfectamente se que aquí no puedo generalizar), y si no te gusta debes de poner los medios para salir de él, y si no lo haces, nunca te quejes.
Lo que para mi es muy natural, para ti es un mundo (se que me repito por enésima vez), pero quizás no sea ni lo uno ni lo otro.

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El otro miedo. Salir de un falso mundo que te has fabricado

Se acerca el ocaso. En estos momentos, desde el asiento da la mesa que me ha costado trabajo encontrar (puñeteras fiestas, puñetera la llegada del turismo), lugar perfecto para ver mi puesta de sol, se que no le prestaré atención. Imposible abstraerme y bastante menos dejar mi mente en blanco.
Puto cerebro. No hay quien pueda con él.
Tengo in mente algo que quiero exteriorizar, y es lo que tiene a unas de mis neuronas haciendo la sinapsis a las equivocadas. Si tuviera mi puta computadora, me olvidaría del atardecer y este pensamiento lo transformaría en bit. ¿Y por que no lo hago en mi agenda? (folio con tres dobleces que siempre llevo en el bolsillo). Después de perdidos al río, así que lo saco y sobre la mugrienta mesa, me pongo a escribir.
Leer el restoCreo saber bastante sobre enfermedades de la mollera; precisamente el ultimo libro que he leído, trata de las mismas, y me encantó porque el psiquiatra que lo escribe, viene a decir que el no tiene ni puta idea de que van y las cuenta en supuesto. Bien, en mi subconsciente, por razones obvias, daba por hecho que la peor de todas es la depresión, pero en este momento tengo serias dudas. Motivo: he tratado con una persona que sin ella saberlo, o puede que si, tiene una muy seria y que intuyo debe de ser bastante jodida.
Hablo del miedo. No es enfermedad. El miedo es necesario; es una de nuestras defensas, la percepción de un peligro; pero no hablo del miedo normal, ni siquiera del pánico, del que estoy completamente seguro puede ocasionar la muerte (de pequeño lo sentí una vez hasta el punto de quedar paralizado, y si tardo unos segundos mas en reaccionar, no dudo que el paralizado hubiera sido el corazón), hablo de otro miedo.
Que el pánico te lleva a la muerte… ¿y qué? Estoy convencido de que cualquier martirio es bastante peor que la propia muerte en si, y del miedo que yo he conocido en esta persona te puede martirizar durante toda una vida, aunque no acepte que así sea.
Todos hemos pasado por reveses en esta vida, unos/as lo superan pero otros/as, por la causa que sea, los traumatizan, y no quieren repetir la experiencia y para evitarlo se fabrican un mundo en el que se creen a salvo. Tienen miedo.
Soy impenetrable.
Mi caparazón es muy duro.
Estas frases y una lista, que seria bastante amplia, no he parado de escucharlas estos últimos días.
En este caso en particular, el mundo que se ha fabricado, es muy altruista. Dan, o creen dar, todo lo que tiene por los demás. Es una buena escusa para justificar lo injustificable. Les viene de perlas, porque también, estoy seguro, tendrán sus momentos de lucidez y saben que se están haciendo daño, demasiado daño, pero rápidamente recurren al ¿qué seria de los demás sin mi? Posiblemente algún daño les hagan a esos demás.

Puedo asegurar y aseguro que intente acabar este escrito en la playa, pero me llegó una visita, a la cual no veía desde el año pasado y a pesar de verme escribir, no me dejaba. Conocía su debilidad, así que fui a traerle un Cacique con hielo y limón, pensando me dejaría continuar, pero inútil, cuando me di cuenta, las sombras habían llegado, por lo que lo dejé. Tengo serias dudas de en este momento saber transmitir lo que antes tenia tan claro.

Continúo:
El tiempo es inexorable. En esos momentos de lucidez que mencioné, también verán que los años no han pasado en balde y cosas que no han hecho, otra vez el dichoso miedo, les hace decir que ya no están en edad de hacerlas. Otro pretexto perfecto para encerrarse más en su mundo; en su caparazón. Están convencidas, aunque anhelen todo lo contrario, que es cosa de chiquillos. Y además, ¿que iban a pensar sus allegados? Pensaran que he estado fingiendo durante largos años, o también pueden pensar que estoy loco/a.
Estoy a punto de romper mi caparazón, se que ha pensado, pero paralelo a ese pensamiento esta el miedo y hasta ahora ha podido mas este ultimo.
Ojala consigas vencerlo. Lo de que has desaprovechado una vida es seguro, pero te diré una cosa por si te sirve de algo: yo he, no ya desaprovechado, sino perdido diez de la mía, pero cuando sales, lo haces con tal energía que quieres sacar tajada no ya de un momento, no ya de una circunstancia, sino que al menos yo, cada mañana al abrir los ojos y ver la luz del día, mi primer pensamiento es: estoy vivo, tengo que aprovecharlo, y aunque no todo lo que deseo lo consigo, al menos lo intento; mañana los dioses dirán.
No me considero viejo para nada, menos tomar por el trasero, estoy casi seguro de poder hacer cualquier cosa que haga un joven (con esto no digo que todos los jóvenes quieran o hayan hecho semejante cosa). Posiblemente mas lento, pero lo haría, o al menos lo intentaría (repito, no lo de tomar por el culo).
Pienso que leerás esto. También se que sabrás perfectamente va dirigido a ti.
Bajo ningún concepto quiero hacerte daño, sino todo lo contrario.
Mucho me jodería también, que en caso de no gustarte lo que digo, te sirviera de pretexto para romper los platos con quien nada tiene que ver.
Deseo de corazón, pase lo que pase, te ubiques en el mundo que mejor sea para ti y por favor, cuando digo para ti, no digo para los demás. No vuelvas a traicionarte.
Día que pase es irrecuperable, y al menos en la vida que a mi me queda, no me puedo permitir el lujo de desaprovecharlo. Mensaje subliminal.

He tenido serias dudas en etiquetar este escrito, así que he colocado las tres únicas que he usado desde que empecé este blog.

Añado este video, podrás comprobar, gracias a otra persona. Rompe tus cadenas.


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Problemas de residencia y cuasi pleito del More con Alvarito

Me desayuno con un correo de Steven, contestación a un par de ellos que le había mandado interesándome por la tramitación de mi residencia, en el que me daba no muy buenas noticias. Leyéndolo estaba cuando gmail me avisa de que tengo otro. También era de él y en este me dice que me ponga en contacto cuanto antes. Dejo este aparato y me acerco al teléfono. No podía ser menos, no funciona. Si has pensado bien, ¿y como tenia internet? No es la primera vez que me ocurre, y viceversa, que tengo teléfono y no tengo conexión a internet.
No me parecía bonito ir en bañador, así que me pongo pantalones y camiseta y me voy a buscar a mi amiga (…) (no le gusta verse reflejada en el blog).
Hablo con Steven y me da detalles de que Fernando, retiró documentos míos para llevarlos al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, pero que no los ha devuelto. También les faltan mis huellas dactilares y el ingreso en el Banco de Costa Rica de cierta cantidad de dinero.
¡Vamos a ver!.. ¿No será, como me dijo Fernando, que abrieron otro expediente y no es el que tu estas viendo?
No, porque en este, aparece su nombre y el poder que tu le hiciste.
Llamada a Fernando, aunque sabia de su inutilidad. Hace más de un mes que lo intento y no consigo hablar con él. (…) hace varias llamadas y consigue el teléfono de su oficina y sabemos que por ella va de tres a cinco de la tarde.
Curioso personaje este Fernando. Era funcionario en Migración, pero ve que los que ganan dinero, no son ellos, sino los que arreglan documentos en especial a los gringos, por lo que decide dejarlo y pasarse al otro bando. Conoce el funcionamiento interior de Migración y los recovecos del otro lado [sobornos y demás (corrupción)]. Si necesita un poder, el se busca un abogado, le paga su mordida, pero el que ejerce como tal es él.
Me vuelvo.
Otra vez a través de internet le pido a (…) que me haga un reporte (aviso de avería) a la compañía telefónica. Lo hace y me dice que no tardaran en venir. No me muevo de aquí a sabiendas de lo que ocurrirá. No han venido.
Ni he podido llamar a Fernando, ni me han arreglado el teléfono. Por mucho que yo mismo me diga que ya soy tico, sigo desesperándome con su forma de ver el mundo. Su pura vida, aun no circula por mis venas.
Me voy a la playa con la esperanza, de dejar atrás mi cabreo y cargarme de energías. Mi mesa libre y en la de al lado, estaban Giovani o Giovanni, que de los dos hay, acompañado de su mujer como no podía ser menos (se apoyan uno con otra cuando van bien bebidos), Alvarito y Cartago. Aparece en su bicicleta el Negro [así le llama todo el mudo y la explicación es bien sencilla, es negro (su nombre es Jorge)] y se mete con Giovani/Giovanni. En su defensa sale Alvarito y pronto se le une Cartago.
Después de las frases que escuchaba creí que la cosa no acabaría bien:
Si busca hombres aquí hay hombres
Si quiere pelear conmigo, no le tengo miedo
Me lo reviento con cualquiera
Usted no es mi amistad y toda esa mierda
A nadie le tengo miedo yo
Si usted quiere machete, machete
Ni que decir tiene que bien al principio o al final de cada frase, el mae no faltaba.
Alvarito es el que mas grita. También el más borracho.
El negro, se iba y volvía.
La cosa se diluye entre los efluvios alcohólicos, y de los otros, y la cosa queda en nada.
Está visto que hoy no ha sido mi día.

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Cadena trófica. El pez grande (gata) se come al pequeño (iguana)

Hay dos lecciones que he tenido que aprender desde que llegue a este país. La primera, bajo ningún concepto hacer un préstamo. Con una rapidez pasmosa te conviertes en el Banco de Costa Rica o Banco Nacional de ídem.
La segunda es no acariciar a ningún animal domestico. Empecé a hacerlo con dos perros que me salían al encuentro en mis paseos hacia la playa, y en especial a uno lo he tenido colgado hasta hace bien poco. Es un perro callejero nato y a persona extraña (especialmente si es gringa) que pasa por su puerta (que ha sido bastante tiempo la mía) le hace sus fiestas y lo acompaña durante un tiempo esperando algo mas.
También sin saber como, una pequeña gata blanca, se me hizo inquilina, hasta que desapareció.
Hace un par de días me apareció otra, y aun sabiéndolo, se me ocurrió acariciarla y me perdí. Si me muevo, anda detrás de mi enredándoseme entre las piernas e incluso me muerde el dedo gordo del pie derecho (siempre ando descalzo, hasta que un día me pique la segunda tarántula) con la única idea de que la sobe (le encanta sea con el pie).
Esta mañana leía y ella dormía, o simulaba hacerlo, junto a mí. Visto y no visto, aparece con una iguana en la boca (la pobre se hacia la muerta), tenia la cámara junto a mi, foto e intento hacer de dios (frase plagiada a mi amiga casualidad) quitándosela de la boca. Muy por conseguir mis caricias, pero en lo que respecta a su alimentación, sigue aquello de no hay padres para hijos ni hijos para padres. Me miró con cara de mala hostia y desapareció entre las plantas del jardín. Supongo el final de la pobre iguana.
Esta tarde seguía leyendo [Todo el día sin fluido eléctrico y el carro arranca cuando le da la gana (Mal contacto pero no doy con él)]. La gata durmiendo, pero observo no solo su despertar, sino su rápida carrera a mas de cinco metros de distancia, se agazapa, salto y sale con un garrobillo en la boca. Juego del gato y el ratón, y esta vez no quise hacer de dios.
Cuando comí a medio día le eche mis sobras y me miro con cara de desprecio. ¡Arroz y frijoles teniendo a mi alcance ricos manjares! Supongo pensaría.
Cadena alimentaria. La pequeña gata blanca, según me dijeron, fue pasto de los zopilotes.

¿Y tu qué?.. ¿whiskas o iguana?

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Un año de estancia en Costa Rica. Reflexiones

Ha pasado un año de mi vida y se me ha hecho cortísimo. Por extrañas circunstancias de las rutas aéreas, sobrevolábamos un atolón de Venezuela, y cuando quise darme cuenta aterrizábamos en el Juan Santamaría. Lo primero que me sorprendió, es la bandera de costa rica en los edificios, pero en especial en los carros; pocos eran los que no la portaban. Banderas que estoy viendo estos últimos días en especial en Cóbano cuando hoy me acerque por allí a recoger por segunda vez la tarjeta de la nueva máquina fotográfica que me compré, después de haber pasado a mejor vida la que traía y que tanto cariño le tenía [A todos nos llega nuestra hora (frase lapidaria)]. Celebran su independencia por estas fechas.
En mi recuerdo, el día que fui a la agencia de viajes. Ni con mucho estaba seguro de haber pasado la depresión; fue un tirar hacia delante. También, ya aquí, como iban pasando los quince días que me había dado de plazo y no veía el sitio en el que asentarme, y ya por fin cuando lo encontré, el nudo en la garganta, cuando mi hijo se subía en el carro que habíamos alquilado, para coger el avión que lo llevaría de vuelta. Mi asiento, aunque pagado, iba vacío.

Me encontraba solo y no tenía muy claro si mi enfermedad había pasado, si el sitio era el adecuado, si soportaría la comida y una serie de dudas que me oprimían el cerebro. Por otra parte tenía claro que era mucho el tiempo que había planeado que esto ocurriera y por fin, estaba muy cerca de conseguirlo.
¿Qué veía en aquellos sueños que tanto me ayudaron a salir de aquella maldita enfermedad? Un lugar del mundo donde no existiera el invierno [el frío de siempre me ha acobardado, pero en los últimos años de encierro (Diario de un asceta), no es que me acobardara, es que me hacían pasar largas temporadas tirado en la cama como si una piltrafa fuera (que lo era)], unas aguas cristalinas, verde turquesa, en los que bucearía para contemplar los peces entre una vegetación mecida por las corrientes marinas (¡cuántas veces he forzado esta imagen, mientras yacía, para desplazar los pensamientos finalistas!), pero en especial encontrar otra gente que en nada se pareciera a la que atrás dejaba.
Un año. ¿Me arrepiento? De la primera ni duda, hice lo mejor. No solo no me arrepiento, sino que cada vez estoy más satisfecho, aunque no necesariamente sea este el lugar definitivo (he pensado mucho en la península de Osa y en Nicaragua).
Desde que llegué, el noventa por ciento del tiempo, lo paso en bañador (prenda muy poco utilizada por aquí), y en nada he exagerado puesto que ni para dormir me lo quito. Solo me pongo pantalones y camiseta (de mercadillo, aunque aquí es ropa usada que deben de dar los países “ricos” para los necesitados y que acaban en unas tiendas en grandes montones donde hay que entresacar lo que supones te está bien) cuando a Cóbano me desplazo o voy a dar un paseo por los alrededores. Todo el día descalzo, hasta conducir, así lo hago, y cuando algo me pongo, las típicas chanclas de playa.
La lluvia me encanta; el agua cae a una temperatura templada; qué más da, bañarse en la playa, en la ducha (no existe el agua caliente), en la piscina (soy de los pocos o puede que el único, por estos alrededores, que la tiene) o bajo la lluvia.
Se cumplió lo de dejar los fríos atrás.
Con respecto a la segunda, la imaginación trabaja más de lo que debiera y te lleva a lugares que nunca existieron. También es verdad que los medios de comunicación, en especial la televisión te lavan el cerebro, poniéndote imágenes, no de lo que es, sino de lo que quisieras que fuera. No, ni con mucho encontré lo que buscaba. Lo de las aguas transparentes, ni de coña. En un país donde llueve seis meses del año, con ríos y torrenteras por todas partes, con caudales que a veces impresionan y que, me imagino que como consecuencia de la deforestación, trae aguas de un rojo sangre, acompañada de grandes troncos, más bien árboles completos, difícilmente tendrá aguas transparentes; en la época seca hay que esperar a que decanten las aguas y como mucho dos meses en los que se puede bucear al menos en las costas. Con panga en cualquier época del año te puedes acercar a un arrecife coralino [de los pocos que quedan (en Curú, los están haciendo artificiales)]. Hay otra cosa que me tiene verdaderamente intrigado; la vida en la tierra primero fue vegetal, y sin ella no hubiera existido la animal, así que, cuando me pongo las gafas, lo primero que hago al acercarme a un roquedo, es buscar vegetación. No existe, al menos por estos alrededores. Un río que pasa por San José y que desemboca al otro lado del Golfo de Nicoya, puede ser la causa. Los contaminantes que arrastran son letales. Cuando los ticos quieran ponerle remedio, ya no lo habrá. ¡Ah!, lo de las aguas turquesas, nada de nada.
Puede que algún día me compre una panga. La cabrona Hacienda del país que deje atrás me ha metido un puyazo en toda regla y ahora no voy a intentar defenderme. Que le sirva a Zapatero al menos para su lápida (como político, por supuesto).
También es verdad que en mis sueños no aparecían ni la vegetación ni la vida animal de que disfruto. Son horas las que he pasado observando la gama de verdes que me rodean, o esas playas paradisíacas con la vegetación ganándole terreno a las olas. Tampoco salía de mi asombro cuando, justo encima de la casa en la que vivo, veía toda una manada de congos o en mis paseos, me cruzaba desde con una iguana, un zopilote, un garrobo o me visitaban una ardilla (son preciosas) o un serpiente [también lo son (mientras esto escribía, me ha visitado una)]. Lo de los lagartos (yacarés) es más difícil de ver.

Hablar de los atardeceres (algún día describiré los amaneceres, aunque por ahora no me seduce levantarme a las cuatro de la mañana) no voy a volver a hacerlo, son muchas las veces que en este mi diario las he mencionado he incluso he puesto un álbum al que le voy añadiendo imágenes, aunque no por ello dejaré de repetir que su contemplación me hace entrar en una abstracción difícil de describir. Me cargo de energía como diría mi amigo Javier.
La luna llena. Aquí para cualquier evento, se cuenta con la luna.
Y la tercera, la gente. En un país extraño y sin conocer un alma. Mis ideas eran claras, integrarme entre ellos en todos los aspectos, y empecé por la comida. Me busque una familia (aquí, no sabría describir la clase media. Los ricos son albañiles), que a medio día me trajera justo lo que ellos comieran; nada de extras. Cuando de nervios se trata a mi me atacan al estómago, y mentiría si dijera que en aquellos momentos no los tenía; pues bien, arroz y frijoles casi a diario, siempre acompañados de otros alimentos que desconocía por completo y cocinados con vete tu a saber que aceites o grasas, hacían que mis esfuerzos por comer fueran sobrehumanos. Betty debió darse cuenta puesto que un día, junto a la comida, me trajo un bebedizo de no sé qué hierbas cocidas para que se me abriera el apetito. Hoy en día me como todo lo que me trae e incluso me sabe bastante bien. También es verdad que a mí llegada, la correa estaba en el último taladro de la derecha y a día de hoy está en el último de la izquierda. Debí perder bastantes kilos, pero me desapareció aquella barriga que me somatizo la depresión y que ni con TAC, supieron decirme de que provenía.
Sigo con la gente. En mis paseos saludaba (me respondían con el ya famoso “pura vida” o con otras frases larguísimas ininteligibles para mi) a todas las personas con las que me cruzaba, pero donde verdaderamente empecé a relacionarme con ellos fue en las mesas de la playa. Tengo claro que para ellos era un bicho raro. ¿Quién sería este personaje? ¿De dónde vendría? Y más. Lo que si es cierto es que debo tener una cara de gringo que espanto puesto que todos los que por mi mesa se acercaban, se dirigían a mi chapurreando en inglés (todo el mundo lo chapurrea). El primero como no Javier, pero poco a poco, Hanzell, Edgar, Toro, Edwards, Perra flaca, Janey, Ángela, Leroy, Macedonio, Arturo, Luis, Mónica y tantos otros que la lista sería larguísima. De muchos he escrito por aquí. No solo he hecho amistad con ellos/as, sino que tengo la completa seguridad de que me han aceptado como a uno más de los suyos.
Amigos entre los pobres, los ricos, los pescadores, los dedicados al turismo, los drogadictos y los marginados, que también los hay.
Mención aparte, mi amiga Vanessa.
Las tertulias en las mesas de la playa, se fueron institutonacionalizando (sé que no está en el diccionario). Su falta de cultura es alarmante, es raro el que después de la escuela haya leído un libro (en realidad no encuentras una librería a cien kilómetros a la redonda). Siempre he intentado ponerme a su altura y más bien soy yo el que les pregunta, sea del tema que sea la conversación, pero poco a poco han detectado que en mi tienen un buen asesor, en caso de duda les digo que lo consultaré en internet, cosa que para ellos es como una cosa que han escuchado que existe pero que ni idea de que va.
Al principio y en especial cuando hablaban entre ellos, entre su musicalidad al hablar, y su jerga acompañada de muchas palabras gringas (yipisi por GPS), me era difícil entenderlos. También no deja de ser curioso que lo que tanto me atraía que era su musicalidad, ahora ni queriendo la noto.
¿Encontré la gente que buscaba? No, tampoco. Cada vez estoy más convencido que la gente que busco solo está en un mundo, al que desearía llegar, pero cada vez estoy más convencido de que no existe. ¿Los cambiaría por la gente que dejé? ¡Ni loco! Prefiero a mi Javier con toda su locura que aquella manada de gilipollas que recuerdo como amigos u compañeros (hay sus excepciones). Aquí por citar, se comparte, incluso el guaro. ¿Y la familia? Dicen que a los amigos se eligen, y que la familia te viene impuesta. Esto para mi es un gran error. Yo elijo a mi familia.
Hay dos personas, que en teoría son familia mía, una de ellas, trata de convencerse de que ha dado su vida por los demás y que muy pronto se verá más sola que la una y otra que la avaricia ha sido su enfermedad y que también percibirá como sus descendientes la devoraran. Que disfruten el tiempo que puedan de la abundancia y que les sirva para al menos ser algo más felices de lo que son.
Releo lo que hasta ahora llevo escrito y me doy cuenta de que esto no es ni con mucho lo que soñaba, así que me pregunto ¿volvería atrás? y ahora si que mi imaginación se niega a verme en aquel mundo. No sabría estar. Que haría yo paseando por aquellas calles, de edificios altísimos, que junto a una atmosfera irrespirable tapan el cielo, con escaparates con los últimos nike, con gente aferrada a sus celulares y con un ruido ensordecedor producido por los bemeuves. ¿A dónde me dirigiría? ¿Con quién charlaría? ¿Quizás con los que no tuvieron el detalle de hacerme una llamada, con ese celular, que no se despegan de la oreja [Érase un hombre a una nariz pegado (Quevedo lo predijo, solo que se equivocó de apéndice)], durante el largo periodo de mi enfermedad? ¡No por dios! Que me dejen a mi amigo el loco, o a Norberto, que está consiguiendo él solito salir de las drogas.
Un día escribí por aquí: No estoy amarrado a ninguna bandera, himno, religión, credo político ni sistema filosófico.
Mi moral no ha sido impuesta, tengo el convencimiento que ha salido de mí.
Nada me ata a ningún lugar del mundo. Sé que la frase está muy manida, para mí tiene total vigencia: Me considero ciudadano del mundo.
No me considero esclavo de eso inventos sibilinos como serian el celular/móvil, el despertador, la televisión, la computadora, y tantos otros que nos marcan el ritmo de nuestras vidas.
No tengo jefe que me tosa.
El tiempo es todo mío.
No voto (lo haré cuando haya democracia)
No tengo obligaciones impuestas; me las arbitro yo, y con respecto a los demás, me las marca mi propia moral. Mis derechos terminan donde comienzan los derechos del otro (Marthin Luther King), en donde sustituyo “mis derechos” por “mi libertad”.
Si lo que hago no perjudica a nada ni a nadie, está bien. Si beneficia a alguien o a mí mismo, mejor.
Y añadiré lo que tanto le ha gustado a mi amiga Bettina: Resolvamos los problemas en vez de apoyarlos sobre los demás, juntemos amor por nosotros mismos, de esa forma tendremos amor, de esa forma, teniendo amor, podremos darlo.
No seamos mendigos, sino millonarios de amor
.
Cada día, al despertar pienso que estoy comenzando una nueva vida.
No, no me imagino en aquel mundo.
Hay más cosas que me desesperaban de este país, como es su lentitud. Esta mañana estaba en Cóbano y sentado en una acera, estaba Jose. Esperaba. Esperaba unos trámites en el banco que no se resolverían hasta bastantes horas después. Me senté junto a él y al primero que paso por allí le dije nos sacara una foto, foto que yo había sacado tantas veces cuando veía a gente en la misma coyuntura, sin explicarme el por qué. Pensé que ella definiría como estoy y en qué circunstancias estoy al año de estar aquí.
Después de un año, aun no tengo mi residencia, tengo una “plantilla” en la que me dicen que entregué los documentos para la obtención de la misma. Me desesperaba el no obtenerla. ¿De verdad tengo que tener tanta prisa en que me la den? ¿Y si no me la dan? ¿No sería el pretexto perfecto para irme a Nicaragua? La tarjeta de la cámara fotográfica que encargué el mismo día que la compré y que me dijeron que esa misma tarde estaría y que a la semana aún no está, ¿de verdad me es tan necesaria? ¿Merece la pena irritarse por semejante cosa? ¿Lo del tiempo es oro es verdad? Y en caso de que así sea ¿para quién es el oro? Algo ha cambiado en mí. No sufriré más por esto.
¿Algo echare en falta de allí? Pienso. Pues claro que si, en especial unos personajillos con los que alguien, con la cabeza no en muy buenas condiciones, quiso hacerme daño. En su momento lo consiguió, pero no lo conseguirán más. Todo el daño ya está hecho.
Mi moto; mi vieja moto. Recuerdo perfectamente el ruido de su escape. Por aquí es muy raro ver motos de 600 c.c. Las de mayor potencia son de 200.
Mi casa. Mi piscina con el agua congelada.
Mis perros, Penca y Fideo (el muy cabrón como supo que lo adoptara).
Poco más. O quizás ni ese poco.
Echo en falta algo mas, aunque esta no necesariamente tenga que ser de allí ni de aquí, y es una compañera.
He tenido relaciones con ticas, pero no han cuajado y con la perspectiva del tiempo me alegro de que así haya ocurrido. Hay un gran salto cultural, religioso, y de costumbres entre ellas y yo, salto difícilmente salvable, por lo que no tengo claro que aquí la encuentre.
Mis esperanzas las tuve con una española (aun las tengo), pero por esas extrañas circunstancias de la vida, lo que podía haber tenido un final que yo imaginaba feliz, se fue deteriorando y a día de hoy sigo sin saber que pasará. Se tengo más posibilidades, pero confío en que ella abandone el pozo en el que se metió y vuelva al mundo real.

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Religiones en el mundo. Algunos datos sobre el numero de creyentes/no creyentes de las mayores religiones/no religiones del mundo


, según Wikipedia.


Cristianismo: 2.100.000.000
Islamismo: 1.500.000.000
Agnosticismo / ateísmo / no-teísmo / secular: 1.100.000.000
Hinduismo: 900.000.000


Vayamos a otra fuente de información, el , un instituto especializado en analizar las estadísticas religiosas, dio la noticia que muestra el cambio de escenario de la católica. Los fieles del Islam habrían crecido rápidamente en los últimos años y serían 1.322 millones, mientras que los católicos en los cinco continentes habrían descendido al segundo lugar, pues cuentan con 1.115 millones.
El Vaticano afirma que es difícil establecer quién es budista y quién musulmán porque "falta cualquier tipo de registro". Para convertirse al Islam "basta recitar ante testigos la "shaada", declarando que no hay otro Dios que Alá". La Iglesia católica en cambio "cuenta con datos precisos y sin márgenes de error", porque en cada parroquia existe un registro de bautizados (No se a mi, en que escenario me contaran, puesto que fui bautizado y por tanto debo estar entre los católicos y tengo la seguridad de ser ateo).

En conjunto, los cristianos siguen en la vanguardia con 2.153 millones de fieles. Además de los 1.115 millones de católicos, según el World Christian Database, se estima que hay 360 millones de protestantes, 200 millones de ortodoxos, 75 millones de anglicanos y 400 millones de "nuevos cristianos".
Esta última cifra es muy interesante porque se refiere a las iglesias evangélicas pentecostales, a las que la Iglesia católica, que es la primera perjudicada por su expansión, llama "sectas". Estas iglesias se nutren en América Latina de muchos cristianos que se desvinculan de la Iglesia. El Papa pudo constatar personalmente durante su visita a Sao Paulo y al santuario de Aparecida cómo en Brasil las "sectas" están erosionando el número de fieles del país con más católicos del mundo. Se estima que Brasil era católico al 90% hace tres décadas, pero ahora las investigaciones revelan que la cifra se ha reducido al 64% de los 190 millones de habitantes, mientras los pentecostales ya sobrepasan los veinte millones de "nuevos cristianos".

Lo que no se habla mucho es de que el agnosticismo/ateísmo/no-teísmo/secular es la tercera “religión”.

No voy a hablar aquí de mi ateísmo, cosa que anteriormente; tampoco voy a hablar de si lo secular mengua respecto a lo sagrado, simplemente pongo estos datos, porque sé que por aquí se acercará un matrimonio que en las tertulias de mi playa, tuvimos una particular guerra de cifras y posiblemente despejemos algunas dudas, y en particular para ella, con respecto a mi ateísmo, repito lo que en su día escribí: Bajo ningún concepto me vanaglorio de serlo, pero yo les pediría a los creyentes de tantas religiones que en el mundo son y han sido, que al igual que yo respeto sus creencias, ellos respetaran a los ateos. Para nada soy ningún asesino, no odio ni deseo mal a nadie, soy un defensor a ultranza de que desaparezcan las desigualdades de este mundo, estoy en contra de la globalización salvaje y jamás mato a una hormiga por el placer de matarla.

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A raíz de la muerte de mi madre


Mi agradecimiento a todas aquellas personas que a raíz de la muerte de mi madre y por diferentes medios han tenido la amabilidad de dirigirse a mi.

¡Gracias a todos!

Son varias las que se me han quejado de no asistir al sepelio por no haber tenido noticias de su fallecimiento, añadiendo que solo lo supieron por este blog. Vaya mi repulsa para aquellas que negaron esta información incluso a familiares muy directos. Sus mezquinos motivos tendrán.

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A riaz de la muerte de mi madre


En su día hice una entrada en este blog al que titule Atardeceres en mi bahía. Si fue esta la causa por la que me llego esta historia, vendita sea. Si es otra, bienvenida.
Sé que es otra.
Ese deleite tuyo con los atardeceres me recuerda mucho a una época en que, sin compromisos ni obligaciones (o con la única obligación de estudiar) pasé en Grecia, al sur del Peloponeso, con una organización dedicada a proteger a la tortuga boba.
Vivíamos en la playa, cada uno en su tienda y con un chamizo que hacía las veces de "cocina" o "sala de estar". Yo fui la última en llegar esa temporada, así que no quedaba prácticamente nadie, los huevos ya habían sido puestos y los nidos, en su mayoría, estaban ya inventariados, así que mi tarea era vigilar las protecciones contra depredadores de los mismos, hacer guardia en los que habían sido puestos en zonas "delicadas", esto es, cerca de alguna población, foco de luz, etc. y, cuando eclosionaban, hacer un recuento de los huevos y su estado. Pues bien, durante ese viaje, lleno de aventuras* y vicisitudes por otra parte, estuve un mes y medio, prácticamente sola, en esa playa. No era tan paradisíaca como deben ser las de Costa Rica, pero para mí eran lo más cercano al paraíso. Hice muchas guardias nocturnas en los nidos que estaban "a punto", pero tardé en conseguir ver a una de ellas. El regalo vino en forma de paseo matutino, sin ninguna tarea asignada, cuando en uno de los nidos habían eclosionado los huevos la noche anterior, se podían ver perfectamente las huellas de las crías en dirección al mar y pensé, otra vez me lo he perdido pero, de repente, pude ver a una de ellas, del revés, sin poder voltearse para iniciar su camino a la vida. Me tomé la libertad de ha
Hacer cer de Dios en ese momento, y le di la vuelta; me desnudé, y la acompañé en esos primeros pasos hacia su existencia. Fue un momento ciertamente hermoso que nunca olvidaré. Tampoco suelo compartirlo con la gente pero, de alguna manera, has sido tú el que ahora me transportó a mí a ese momento de mi vida.
Prometí volver, pero en la época de puesta, y poder disfrutar de la maravilla que tiene que ser contemplar a las madres, tan pesadas, tan despacio, hacer su tarea. No lo hice, no sé si lo haré, pero desde luego, es algo que no he olvidado.
Pues bien, durante ese viaje, recuerdo los momentos en que me sentaba sola frente al mar. Mi mente a veces viajaba, pero otras, se quedaba estática, inmersa en ese escenario donde me sentía yo misma más que nunca. Una especie de comunión pseudomística con los elementos, con la naturaleza, con la VIDA. No sé por qué, pero no suelo volver con mi mente a esa experiencia que viví, o si lo hago, por las circunstancias (como una conversación que allí me lleve) suele ser de una manera muy superficial, pero hoy, con las fotos de tu atardecer, he vuelto a revivir todo ello. Recuerdo también que, al principio, me costaba mucho dormir con el ruido de las olas, y también lo que me costó, a la vuelta, poder conciliar el sueño sin oirlas.
Me gusta haberlo recordado...
Y yo de habértelo hecho recordar.
 Cuando escribiste esta palabra, intuyo te supo a gloria

Isla Tortuga/Tolinga. Caí como un guiri


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Como sorpresa les tenia reservado a mis hijos un viaje a la que los ticos llaman Isla Tortuga y que su verdadero nombre es Tolinga (Deduzco que este nombre se lo habrán puesto por su semejanza a Galápagos, pensando en atraer más turistas. También corre el mito que vista desde el aire tiene forma de tal, cosa totalmente incierta. En realidad Isla Tortuga esta en Venezuela. Tampoco esta claro ni a quien pertenece ni que se puede hacer en ella).
En el embarcadero de Tambor nos espera Elvis en una buena panga de 110 CV. Enfila la cabeza del lagarto y desde allí pone proa a la isla.
>Buen maretón, nos cruzamos con la patrullera y hermosas vistas de la costa.
Recalamos en Isla Alcatraz y pasamos por el estrecho que separa a esta de la primera. La marea estaba baja y el fondo era poco por lo que había un rompiente que con una mala maniobra de Elvis podría haber hecho zozobrar la panga.
Fue lo mas bonito del día, el viaje hasta las islas.
Una vez desembarcados en la playa de Tortuga empiezo a escamarme al ver una gran fila de tumbonas de esas que los guiris utilizan para tostarse al sol, y la playa limitada por una serie de carteles en los que te advierten, que hasta allí era la zona pública, o sea que la isla propiamente dicha no la puedes ver.
Sale a recibirnos una jabalí, tan acostumbrada a los turistas que al vernos se pone panza arriba para que le rasquemos. Deben de haber gran cantidad puesto que a la hora que todo el mundo fue abandonando la isla se fueron acercando los salvajes y conté más de veinte.
Hasta aquí medio normal; habíamos llegado los primeros pero van llegando mas pangas, y ya de remate dos grandes catamaranes con multitud de viajeros, uno lleno de nacionales y otro de gringos. Todo muy organizado, horas de comida, con sus marimberos animando la fiesta, tostaduras al sol y muchas birras, sobre todo muchas birras.
Cojo gafas y aletas, me voy bordeando un roqueo en el que no hay ningún cartel que te impida el paso y llego a otra playa sin un alma. Descalzo no pude adentrarme en la isla pero estuve un buen rato desconectado de los guiris.
Comida que preparan entre Eva y Vanessa, nuevos baños y cuando nos iban a llevar a Jose y a mí a un islote coralino a bucear, nos avisan que la corriente es fuerte y peligrosa. Se fastidio el invento.
Van desapareciendo los guiris y se van acercando los jabalíes. Decidimos marcharnos nosotros también. La mar estaba brava y los pantocazos que daba la panga producían unas vibraciones que impedían no ya grabar, sino ni siquiera sacar imágenes.
Mis hijos acabaron contentos. Es lo que importa.



Estos pequeñajos parguitos son nuestra comida de hoy. Desconozco aun el acompañamiento.

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Gran árbol de Cabuya, congos y camino a Santa Teresa y Malpaís



Dicen del que ha estado en Costa Rica y no ha visto los monos es que no ha estado. Aunque ya los habían visto en los árboles que dan sombra a mi casa, son de bastante altura y la distancia a la que se ven es de unos veinte metros, pero yendo camino de la Playa de Manzanillo, estuvimos tan cerca de ellos que casi se podían tocar.


El árbol de cabuya es una mole inmensa. Es un higuerón y este año recibió el Premio al Árbol Excepcional 2009.
Este galardón fue creado por la Junta Directiva del INBIO en enero de 2003, con el fin de destacar la importancia de los árboles y los bosques, así como su significado en la vida de las personas y comunidades. El premio pretende identificar aquellos árboles excepcionales presentes en el territorio nacional con el propósito de promover su conservación y se concede el 15 de junio de cada año, que es el Día Nacional del Árbol.


Esta imagen la he colocado con posterioridad a haber escrito esta entrada.


Camino a Santa Teresa, vadeamos esta torrentera. Son muchas que junto con los ríos, en especial en esta época de lluvias, es peligroso su paso por mucho vehiculo todoterreno en el que lo intentes. Precisamente tenemos planeado llegarnos a Playa Coyote y todos nos lo desaconsejan por esta circunstancia.

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