Vuelvo a partir de cero. Mi hijo se marcha. Vuelo de Tambor a San José



Cuando he vuelto de despedir a mi hijo en el aeropuerto (¿aeropuerto?) de Tambor, (cuando esto escribo estará sobrevolando el Atlántico) me he preguntado: ¿Qué pinto yo en un lugar como este?.. La verdad es que no lo sé. Fui bastante feliz aquí y espero que después de que mi cerebro recupere su normal funcionamiento, se vuelva a repetir la historia.
Los primeros días de estancia no veía nada claro el que me quedara, y el solo hecho de que lo haya hecho, para mi es una muy buena señal. Mi asiento en el avión va vacío, puesto que pagué el billete de vuelta. También lo es el que haya decidido sentarme delante del teclado y meta esta entrada.
Aprovecho para meter las últimas imágenes que he tomado en la despedida. Dan una idea del lugar.




Comida de despedida.


Servicios del aeropuerto. La verdad que lo mismo se puede hacer en el bosque que rodea al aeropuerto, o sea, que es un detalle.


No podía faltar la iguana, al fin y al cabo está en su hábitat.


Llegada del avión (Suena demasiado fuerte lo de avión).


El piloto hace una medición desde la cola hasta el suelo. ¿Se doblará el tren de aterrizaje?



El avión despega. Primera etapa hacia Europa.

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