De personajes extraños. Jart


La verdad es que últimamente estoy jodido, mi puñetera columna no tiene arreglo. Ya estuve en mi Quiropráctico y esperaba salir más derecho que un clavo, pero, aunque bastante mejor, aún sigo con un dolor constante en la parte lumbar que hace que tenga un cabreo continuo. Mira por donde, aparece Carlos y después de prepararse un café, nos sentamos fuera y hablamos de Baltodano al que mientras preparaba el dichoso smartphone, para poder hacerle una foto, me desapareció. Y ya que lo he mencionado, merece unas letras. Este personaje, ya mayor, con barba blanca, acaba de salir de la cárcel, y no se le ocurre venir a otro sitio que a Tambor, donde también vive , al que le cortó de un machetazo un brazo.
Bien, como decía estaba hablando con Carlos y dice que le van a traer un libro, que fue lo único que se trajo de España y que trata sobre la marihuana. Bienvenido sea el libro, pero al irse me he quedado pensando en Jart, otro personaje del que no he hablado y que es tan curioso o más que William y que Baltodano. Sin querer lo he relacionado con la marihuana, porque dicen que se la recomendaba a sus hijos en vez de que fumaran tabaco.
Jart es gringo, pero me hablaban de él como de un hippie y después de verlo en unas fiestas de Tambor, no me quedaba ninguna duda, pero es un hippie muy sui generis. De hecho con los pocos españoles que he hablado aquí, fue en el super y me preguntaron que donde vivía, pensaban visitarlo. Hablamos un poco del tema y me vinieron a decir que iban a conocerlo porque era una referencia para los que pensaban como él.


Apareció por Tambor hace bastantes años en un catamarán con su mujer y sus hijos, y en él vivió bastante tiempo, pero se enteró que estaban construyendo un hotel en la montaña que da a Playa de los Muertos, y él como buen amante de la naturaleza, va con ser hippie, la compró para que no rompieran el paisaje. A la pregunta que de dónde sacó el dinero, no va mucho eso con ser de esa forma de pensar, me dijeron que se dedicaba a la informática y que con ella había hecho parné. Algo de verdad debe de ser, puesto que más de uno me ha dicho que tiene una especie de taller dedicado a la misma.
Cada vez que tenía oportunidad, investigaba sobre él.

Me dicen que el Bahía, restaurante del muelle, es suyo, y ya me empiezo a escamar.
Hablo con gente de Pochote y resulta que la mayoría no lo pueden ver. Uno de ellos me cuenta que fueron a (por cierto que quiere que le digan Playa de los Vivos) en una panga a coger un poco de arena para hacer mezcla para un cuarto de baño (es arena blanca) y, según ellos salió hecho un fiera y los hecho. ¿Sabéis los miles de años que han pasado para hacerse esa arena? Les dijo. Estos volvieron sin arena, pero no muy conformes y entre copa y copa de guaro decidieron volver a por ella pero esta vez con machetes y con rifles (Hay o había caza furtiva de venados por esta zona) y le dijeron en tico que se acercara si tenía cojones. Otros me han contado que no quería que a esa playa fuera nadie y tuvo que intervenir la municipalidad explicándole, que en Costa Rica, la playa es de los ticos. No acabó aquí la cosa, cuando llegaba alguien él se paseaba delante de ellos en pelotas, por lo que, en especial si había niños, era una provocación más que evidente. La última vez que estuve allí, un poco antes de que nos viniéramos apareció una jauría de perros, empecé a llamar al que me parecía el jefe de la manada, acudió y lo acaricie. No sé si los mando para que nos asustáramos, ni si los perros eran bravos.


Cuando ya estábamos en la panga, pasó revista a la playa como si de un sargento se tratara.


Duerme en una hamaca y solo come productos naturales. Me entretengo en ver una imagen del satélite y veo que si duerme en semejante sitio es porque quiere, porque bastantes edificaciones quedaron de lo que iba a ser hotel. También que tenía una piscinilla, y a mí me parece olímpica.
Buscando la forma de ir a Playa Ventanas, me explicaron por el camino que tenía que hacerlo, les dije que había una cancela, perdón un portón, y que tenía una cadena y un buen candado. Ese hijo de puta de Jart, otra vez ha cerrado el camino, y él sabe muy bien que el camino es público.
En fin, la sensación que tengo, es que es un hippie con las ínsulas de los gringos.
La verdad es que he pensado en más cosas después de irse Carlos. En la muerte de Kennedy, en el mayo del 68 y en la frase que se me gravo entre ceja y ceja, la imaginación al poder, y lo he relacionado con nuestro y en cómo pasan los años. Puede que algún día escriba sobre esto, porque lo que es tocar, toca.

Compartir en Facebook

Búsqueda en Google de: