De lo que es natural al derroche
Andábamos en mi mesa de la playa haciendo cábalas, sobre si irnos o esperar un poco más. Gotas caían pero se podían soportar. Si aumentaban había que dar por hecho de que nos pondríamos chorreando.
Alguien se acerca por allí diciendo que esperaban a un camión de bomberos, para tirar una colmena de uno de los árboles del paseo. Nos acercamos a verla y efectivamente, era de un tamaño similar a una damajuana mediana, o sea que no llevaba allí un día ni dos.
No es mucho lo que tarda en llegar una dotación de bomberos, incluido un camión y una pick up. Dos de ellos se ponen unos trajes de castrar colmenas, sacan la manguera y de un cañazo destrozan la colmena y los restos caen abajo. Que no dudemos en llamar si tenemos un problema similar, nos dice, supongo que el jefe.
Una hora desde Paquera para venir y otra para volver. Combustible y demás gastos.
Por cierto uno de los bomberos al verme el cigarro en la mano, me advierte que las abejas acuden a los olores fuertes, a lo que le contesto que soy inmune contra ellas y contra las purrujas. Ya estoy hasta los cojones de ser un apestado.
Una vez vueltos a sentar en la mesa, los tertulianos, coinciden en su crítica: Toda la vida, para deshacernos de una colmena que podía ser peligrosa, hemos cogido una caña de bambú, le hemos liado un trapo viejo en la punta bañándolo con aceite o gasolina, y al llegar la noche las hemos quemado, no quedando ni una.
Por aquí se empieza.
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Fiesta de la patrona de Tambor y carrera de cintas a caballo
Hace algún tiempo que me avisaron que iban a ser las fiestas de la patrona del pueblo, María Auxiliadora. No veía claro que el que me lo decía me avisara, hasta que sonsacándole ya me dijo que iban a ser tres días de celebraciones, en el primero actos religiosos en la iglesia, en el segundo aparte de los mismos, marimba en Los Gitanos y el tercero como culminación de fiestas, carreras de cintas con caballos.
Por aquí es raro que alguien no tenga un celular con cámara fotográfica y de video incorporado, pero son pocos los que se entretienen en captar algún acontecimiento, más bien ninguno, por lo que estoy pensando que me están dando digamos la obligación de ser el cronista del pueblo.
Quizás con mi puta racha de desasosiego, me venga bien, porque hace que me fuerce a hacer algo en este aparato y no solo solitarios que encima no me sale ni uno.
El viernes estuve en mi playa, y cuando calculé que eran las siete, me acerqué por la iglesia y estuve gravando unos canticos, que la verdad es que estaban bonitos. Después vino una perorata y ya me fui. Yo en una iglesia. Cosas veredes.
Al día siguiente, no iba a repetir lo de la iglesia, y lo único que vi es que algunos/as fogueaban a los caballos preparándolos para las carreras de cintas. Por la noche había marimba en Los Gitanos, instrumento que me gusta bastante, pero no empezaría hasta tarde porque era la final de la liga entre el Heredia y el Cartago. El Cartago, hace más de cuarenta años que no la había ganado y tenía todos los números para conseguirlo. Hay una historia por aquí que los aficionados la última vez que la ganaron hicieron, se despelotaron en una iglesia y dios los castigo a que no la ganarían nunca más, y parece que se ha salido con la suya, porque la perdieron a los penaltis.
En definitiva no fui a ver la marimba porque aparte de ser tarde, la escasez de alumbrado en Los Gitanos, hace que no se puede gravar nada.
Llego el gran día, al menos para mí: Las carreras de cintas. Estaba anunciada para las tres de la tarde, pero esta vez no piqué. Me fui una o dos horas más tarde y aún no habían empezado. Hablé con uno de los caballistas y me estuvo explicando los pormenores, pinchos para coger las cintas, me llamó la atención, el poco diámetro del aro por el que tenían que pasarlo, y ya en las carreras la velocidad que le sacaban al caballo en tan poco espacio.
Reparto de premios y se acabaron las fiestas.
Han ocurrido más cosas. La verdad es que a la ardilla a pesar de ser un coñazo, le había tomado cariño. Cada vez iba paseando alejándose más. Ya casi era seguro que sabía que se encontraba en el palo mango que tenemos al lado. No era cuestión de tener la puerta cerrada porque esta casa ya de por si es calurosa. También es verdad que en cuando anochecía, entraba como una bala y subía a su nido entre la ropa y lo que tenía que ocurrir ocurrió, hace unos tres días desapareció. Cerca de aquí, en el Dos Lagartos, hay bastantes congéneres suyos, por lo que di por supuesto que ya estaba grandecita y habría ido a buscar a una hembra, pero en mis tertulias me dicen que dos casas más abajo llego una y los niños la han cogido. Hoy hemos estado a por ella y uno de ellos no vino a decir que demostráramos que era nuestra. No más pleitos, aunque tengo la esperanza de que se les escape y vuelva.
También después de muchas peripecias, he vuelto a conseguir que me habrán una cuenta en el banco. Por más que les explique que no iba a pedir un crédito, sino que iba a ingresar dinero, ellos se limitan a cumplir los protocolos.
Así dormía Mario su dosis de guaro.
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Europa, el cortijo de la señá Merkel
Berlín pide una nueva vuelta de tuerca a la reforma laboral en España y además, el semanario informa de que Merkel rechaza que el Banco Central Europeo (BCE) ponga en marcha un plan para que el crédito llegue a pequeñas y medianas empresas, tal y como ha sugerido el presidente del BCE, Mario Draghi.
Voy a tener que quitar las alertas que me avisan de las noticias seleccionadas por mí. A pesar de que de que por narices algo se me estará pegando de ese llamémosle pasotismo tico, el pura vida, y de que voy recuperándome bastante bien de mis crisis de ansiedad, el leer estas cosas, me saca de quicio.
Al igual que pienso que no fue Islero el que mato a Manolete, ni la sangre de la transfusión, sino el tabaco, hoy he pensado que los señoricos andaluces no son los únicos que tienen cortijos, el más grande de todos, lo tiene la señá Merkel, y se llama Europa.
Pido a los dioses que las elecciones alemanas sean pronto, porque tiene bien comprobado que los españoles aguantamos lo que nos echen y a base de putearnos, quiere ganarlas. Sigo sin comprender que los franceses se puedan jubilar a los sesenta años y a los españoles se nos exija los setenta. Y que traguemos.
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Mejenga en Tambor y falta de imaginación en los inmigrantes
Me encontraba en la mesa de mi playa, y pensaba en los inmigrantes españoles en Costa Rica. Se vienen, unos revalidando sus estudios, la mayoría docentes, y otra gran parte arriban con la esperanza de poner un negocio de hostelería. No son datos estadísticos, más bien es lo que he percibido de todos los que se acercan por primera vez a la página de Facebook Españoles en Costa Rica y mientras observaba, en la hora azul del día, los cambios de color que iban tomando las nubes y sacaba alguna fotografía, mi mente me iba diciendo: ¡Que poca imaginación!
Me puse como ejercicio, pensar en algo distinto.
A mi lado se jugaba una mejenga. Primero diré lo que se entiende por mejenga por estas latitudes: Partido informal de futbol, usualmente jugado en plazas abiertas o en la calle, por aquí en la playa, sin número fijo de jugadores, aunque también tienen sus reglas. En Costa Rica, el deporte nacional no es el futbol, sino la mejenga. Todas las tardes se forma una en la playa junto al sitio donde me siento, con grave peligro para mis gafas. Vienen desde Pánica, recorriendo unos siete kilómetros, andando, en bici y los más afortunados en moto. Otros desde el muelle.
Es mucho lo que he observado a estos chavales. No tienen ningún sentido de equipo, en los tiros a puerta son un desastre, para ellos lo importante es el regateo y hacer su numerito especial. Hace poco vi una jugada que me dejo anonadado: Un chaval que llevaba la bola, se encara a un enemigo, la coge con ambos pies, se la hecha a la espalda y corre hacia la portería, donde termina de doblarse con lo que la bola sale hacia adelante y marca gol. Rápidamente me vino a la cabeza Zidane, con aquel pase que hacia girando sobre el esférico y dándole la espalda al contrario. Estos chavales, algunos no tanto, disfrutan inventando. Tengo la certeza de que no todo en el futbol está inventado.
Ejercicio resuelto: Te vienes como ojeador y con uno que le lleves al Barcelona o al Real Madrid, ya has resuelto tu vida.
Conozco a una tica que estudio veterinaria en España. Ahora trabaja en un estudio sobre un extraño virus en los delfines. Pensé eso le correspondía a los Biólogos. Costa Rica vive más bien de su biodiversidad. Quizás sea otra idea.
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Cumpleaños de Vane y de Vero y matanza de una chancha
En realidad el asunto comienza dos días o tres antes del cumpleaños propiamente dicho. Que yo sepa se dan dos viajes a La Esperanza. El primero a tratar la compra del chancho, que luego resulto ser cancha. Segundo con un remolque a por ella, pero por tal autopista, el remolque se escoña, así que al siguiente, reparación del remolque y traída del pobre animal. Según me cuentan la velocidad a la vuelta es de un promedio de 10 Km/h.
La chancha entra en capilla, y al día siguiente a las seis de la mañana ajusticiamiento y preparación de lo que serían los interiores, sesos, hígado y demás con una salsa que estaba riquísima.
Viaje a la playa a por leña y sobre las cuatro de la tarde preparación de la fiesta propiamente dicha: mesas, asientos, colocación de bebidas duras y a hacer un fuego en el que se prepararía lo que es la carne propiamente dicha. Conjeturas sobre si llovería o no, cosa que al final llueve, razón por lo que hay que trasladar el fuego bajo techo.
Ya todo preparado a ducharnos y a vestirnos de fiesta. Estaba anunciada para las siete, pero ya van llegando invitados.
Llega Miguel con su equipo de música y lo instala, hay que animar la fiesta. Ya a esta hora había algunos estómagos, más llenos de Imperial que de carne.
La verdad es que no esperaba tanta gente. La chancha pesaba unos sesenta kilos (1.400 colones el kilo) o sea que supongo que lo que es carne no faltará. Aparte de la cerveza había bastantes botellas de Guaro, ron, whisky y otras. Hay quien prepara una sangría.
Algunos se animan a bailar aunque son los menos.
Llega el apagado de las velas y la verdad es que a partir de aquí la mayoría de los invitados se van yendo, aunque llegan los rezagados.
Al menos yo a las diez de la noche, me voy a la piltra.
Día siguiente: Recogida de basuras. Fregado de cacharros, baldeo, y hasta el año que viene.
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Renovación residencia. Después de un año lo conseguí
Si hago esta entrada, aparte de recordatorio, es porque posiblemente la meta en la página de Facebook Españoles en Costa Rica. Son muchos los españoles que aun residen en España que dan por hecho que lo de venirse a trabajar es coser y cantar. Repito lo que dije en otra entrada que nos dijeron en Migración: Para estar legal en el país, solo se pueden coger uno de estos tres caminos: Casarse con una tica, tener un hijo tico, o tener contrato de trabajo (con los dos primeros casos, se puede obtener la residencia, con el último no). Si das con los mismos abogados que di yo, te dirán que es fácil y probablemente te estafaran.
Me he entretenido en buscar en mi antiguo blog lo que anoté sobre todas las putadas que me hicieron no solo en Migración, sino los abogados, e incluso La Embajada de España.
Poco a poco iré poniéndole enlaces para que puedas dirigirte a lo escrito en su día, mientras tanto, copia cualquiera de ellas y pégala en el casillero que hay en la parte de arriba del todo, y dar en la lupa.
Certificado de renta. Enésima vez a Puntarenas a por la cédula de residencia.
Renovación de cédula y nuevo viaje a Puntarenas
Vuelta a Puntarenas. Hay que ser más tico para soportar a la burocracia
Segundo viaje a Puntarenas para renovación de residencia
Viaje a San José a la Embajada de España. Certificado de Antecedentes Penales
Pasó un mes desde que llegué a Costa Rica
Obtener residencia en Costa Rica II. Ya tengo la
Los otros inmigrantes también sufren. Costarricenses
Problemas de residencia y cuasi riña del Negro con
Un año de estancia en Costa Rica. Reflexiones
Obtener residencia en Costa Rica. Aviso para navegantes
Mi residencia en Costa rica. El cuento de nunca acabar
A la tercera la vencida. Conocer san José
Mi viaje a San José
Embajada española en Costa Rica… ¡Que desastre!
Embajadas españolas. Película de terror
Agilizando mi residencia y contestando a una/un
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Certificado de renta. Enésima vez a Puntarenas a por la cedula de residencia.
Con esta parece que son dos las veces que doy por hecho que ya tenía la cedula de residente en este país, y sigo sin tenerla. Me llaman de Migración de Puntarenas, diciendo que tengo que entregar un certificado de lo que cobro, porque si viene una inspección y se dan cuenta de que falta, me la pueden retirar.
Decía la última vez que escribí sobre este tema: Me habían dado un papel que decían que tenía que entregar en Correos cuanto antes, así que esta mañana, lo primero que hago es llegarme a Cóbano. El sistema no funciona, me dice el funcionario. ¿Funcionará antes de cerrar? Cara de no sé, y a volver mañana a ver si funciona el dichoso sistema o no hay tanta prisa como me dijeron en Puntarenas. Pues bien al otro día el sistema seguía sin funcionar y me hizo un recibí a mano.
Dos cosas por resolver: el entregar el certificado que me pedian y que el dichoso sistema hubiera funcionado, así que me decidí a resolver el que podía que era el de llevar el papel a Puntarenas, y con esta son tropecientas las veces que voy a dicha ciudad para el mismo tema. Las primeras veces, me encantaba. Me recordaba a Cádiz, aunque sabía que no lo era por el sabor de sus viviendas, muchas de ellas con su arquitectura colonial. Carlos Cano comparaba a Cádiz con la Habana. Si hay alguna ciudad que se le parezca es Puntarenas.
Vienen conmigo Vanessa y Jose. Querían salir en el ferry de las cinco y media a lo que les digo que ni loco, así que lo hacemos en el de las nueve. Una vez allí, lo primero, comprarle un regalillo al funcionario/a, que no teniendo culpa del sistema, tengo que reconocer que se ha portado todo lo bien que ha podido conmigo. Me pide la cedula, y le doy la vieja, cara de sorpresa porque daba por hecho que ya tenía la nueva. De todas formas me aconseja que haga un escrito a Migración, solicitándole que me cambien la residencia como pensionado, por la de permanente, cosa que al parecer se puede hacer a partir de los tres años de serlo, con lo que me evitaré mucho papeleo.
Ya con seguridad que nos habíamos perdido el ferry de las once, así que a esperar al de las dos.
Ni puñetera idea de cómo había perdido las gafas que me traje de repuesto, así que la vez anterior, me volví a graduar la vista, y a la semana o por ahí, alguien me las trajo. Eran unas gafas progresivas, pero cuando me las probé, de lejos veía bien, pero lo que es leer o usar la computadora, ni torta, por lo que me llego a la óptica nuevamente. Mi estado de ánimo negativo, me decía que me tendría que joder con ellas, pero no, reconocieron su error, y que vuelva dentro de una semana (las tienen que mandar a San José).
Me siento en una especie de soda que había entrada de un comercio y me tomo un café. Vanessa y Jose no paran de visitar tiendas, pero yo a pesar de ir con las “figueres”, me duelen los pies. Al final voy con ellos a más de uno.
Comida en un lugar que solo sirven pollo frito, taxi y a ir recogiendo las cosas compradas y vuelta al ferry. Llegué destrozado, aunque eso sí, me fui para mi playa.
La verdad es que me entretuve tomando algunos videos que dieran una idea de lo que era Puntarenas y por la noche los armé.
Esta mañana he sufrido toda la ansiedad que me tragué ayer.
Le estoy tomando manía a esta ciudad.
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