Mi Yamaha. Me tomareis por loco si digo que en los peores momentos de mi depresión, me hablaba. Me decía si estaba o no en condiciones de montarla. Si ya se que era mi subconsciente, pero yo me quedo con que me hablaba. También es verdad que la puñetera me tuvo muy cerca de la muerte, pero al final me libro de ella. La pobre es vieja; incluso creo que mi hijo compro la Dakar para mi, pero yo la prefiero a ella, mi Tenere.
¿Cuántas horas no habré pasado delante de mi PC? ¿Cuántos malos pensamientos me ha quitado? También le estoy muy agradecido.
Búsqueda en Google de: La Yamaja y el ordenador, malos ratos me han quitado
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