Depresión, psicopatía y accidente provocado del Airbus A320 en Los Alpes


Han pasado cosas últimamente, en especial en España, por las que he sentido la tentación de escribir algo, pero todo ha quedado oscurecido por el accidente provocado del Airbus A320 en Los Alpes y si ahora lo hago no es por el accidente en sí, sino por las informaciones que se han estado dando.
Después de escuchar las noticias y en ellas la opinión de multitud de psicólogos, que no psiquiatras, me imagino que el común de los mortales cuando sepan que alguien este depresivo, huirán de él temiendo que lo asesinen.
Poco se sabe del funcionamiento el cerebro y ojala no descubran mucho más, porque el día que lo consigan nos transformarán en borregos, si es que no lo han conseguido ya, pero me ha llamado la atención la prepotencia de los citados psicólogos al no dudar en la causa de que esta persona haya estrellado el avión haya sido la depresión. Juan Antonio Vallejo-Nágera, al hablar de la misma decía: “Y según me cuentan mis pacientes, sienten…” lo que da idea de lo que saben estos elementos.
Creo que estoy en condiciones de asegurar que lo que ha llevado a este fulano a estrellar el avión no ha sido la depresión; sería un psicópata o vete tú a saber qué. Doctores tiene la iglesia.
He pasado por dos estados depresivos, y en especialmente el primero, fue profundo y al menos tres veces pensé en quitarme la vida, las tres de forma distinta, pero todas tenía algo en común, que la muerte fuera rápida, ni con mucho, esperar a que llegara a los ocho minutos sin que se me alterase la respiración. Jamás he matado a una hormiga conscientemente y ni se me pasó por la cabeza llevarme a alguien conmigo, y este se ha llevado a cuarenta y nueve con él.
Siguiendo con las noticias, es raro el día que no nos dan el número de muertos en accidente de tráfico, pero poco o nada se habla de los de los suicidios que las duplican. Según el comisario europeo de Salud, Markos Kyprianou, “las enfermedades mentales son el asesino invisible de Europa”.
Que yo sepa ninguno de estos suicidas, antes de tal acto, han matado a nadie y estoy hablando de los depresivos, no de los maltratadores.

Otra cosa a destacar: Como siguen tratando las autoridades españolas a los familiares del accidente del vuelo 5022 de Spanair y como han tratado las francesas a las del Airbus.

Leído varios días después de escribir esta entrada.

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Un tiempo magnifico para volver locas a las neuronas


Parece que ha llegado la primavera astronómica, porque lo que es la otra, la que hace que broten las hierbas y que los arboles florezcan no sé si ha pasado o esta por llegar, porque el tiempo esta como una chota (Loco, chiflado). Ese tiempo ha pasado y ha equivocado a las plantas y ahora vuelve un tiempo entre invernal y lluvioso que no sé a qué estación pertenecería. Lo de lluvioso es otra. Los físicos del tiempo (Cada vez creo más en el efecto mariposa) llevan varios días anunciando que por esta parte del planeta va a diluviar y lo máximo que llega es a estar nublado y algunas gotas deben caer porque he visto el suelo mojado. Las temperaturas, al menos para mí tampoco son normales, sin ir más lejos para hoy la máxima que anuncian es de 12ºC, cuando estos días atrás hemos rozado los 30.
Todo eso viene porque un tiempo cercano atrás, daba por terminada la alteración de mis neuronas, pero llevo unos días en el que también están locas. No recuerdo el tempo en que me encontraba tan mal.
Duermo mal. Ni tomando sedantes hipnóticos, ni ansiolíticos, es mucho el tiempo que tardo en dormirme, pero lo cojonudo es que una vez que lo hago, a las dos o tres horas estoy despierto otra vez y me paso en vela no sé cuánto.


Siempre que he tenido problemas en esta vida, los he resumido en que el camino que llevaba se bifurcaba en dos y tenía que coger uno u otro y hasta ahora no me ha salido mal, pero las otras noches, no sé si estándo despierto o dormido, repito, estaba en vela, me veía como dentro de una bola, curiosamente rugosa por el exterior, recordándome a un cerebro enorme, y no eran dos caminos los que había, sino infinitos y cada uno de ellos con tantas dificultades que era imposible decidirse por uno de ellos.
¡Maldita psiquis!

Otro si digo: Estamos a 26 de marzo y hemos amanecido a 0º C.

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Retirada de la sonda vesical. Orino como un bendito


Al fin fue mi hija al médico de cabecera y le recetaron las bolsas para amarrármelas a la pierna. Le dan una caja con veinte o treinta bolsas. Sigo sin comprender a la Seguridad Social, yo creo que utilizan la táctica del aburrimiento, por tal de no pedir número para el médico de cabecera y después ir a la farmacia, te apañas con la que te han dado en el hospital, pero si no, el gasto se multiplica por treinta. El caso es joderte.
El médico de cabecera le da otra especie de receta para que el viernes me retiren la sonda y lo primero que pienso es que la mayoría de los humanos no saben que el cero es un número. Hago las cuentas y desde el Miércoles que me operaron el viernes hacen nueve días, pienso que el sábado no trabajaran y decido ir el lunes, con lo que harían doce días. Mejor cicatrizaría la herida, pienso.
En teoría era de ocho y media a diez y media pero en este país todo el mundo quiere ser el primero así que estoy allí a las nueve y media pensando que ya no habría cola, porque en el papel que me habían dado no ponía hora.
Me habían dicho en la segunda planta y estaba cerrada a cal y canto. Vamos a la tercera y donde ponía enfermería no había nadie, a la primera y me dicen que le enfermera que me tiene que quitar la sonda está en la planta baja y allí que vamos, enseño el papel y me dicen que llegara en un momento. Una hora esperando.
Por fin llega, le doy el papel y me dice que tenía que haber ido el viernes, y aquí viene lo del cero, le digo que haga las cuentas y que el viernes hacían nueve días que me la habían puesto y que el cirujano me dijo que mínimo diez días y que yo soy muy obediente. Se jode pero no acaban las pegas. Me pregunta que si he hecho ejercicios pinzándome la sonda para ver si orinaba, a lo que le digo que nadie me había dicho tal cosa. Llama a un médico y le dice que me la quite.
Yo no se si a malas ideas, pero me hace bastante daño, y como despedida me dice que si no puedo orinar que me vaya a urgencias.
Hay cosas a las que te acostumbras y las ves como normales. Cada vez que orinaba era un escozor el que sentía que aunque no era para rabiar, molestaba bastante, ahora al ver un caño hermoso y que no me molesta nada siento una especie de orgasmo.

PD. Han pasado tres o cuatro días. El caño bien pero me duele un poco.

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