Ponerle proa al temporal
Sigo sin dormir, el cansancio cada vez es mayor, nada se me apetece, síntomas claros de que estoy entrando en la gran depresión. Ella me lo había dicho muchas veces, aunque no utilizó la palabra muerte, que le prometiera que no sufriría por ella.
Salí de una depresión, pero no sé si saldría de otra. De la depresión sale uno, pero reconozco que una ayuda no viene nada mal, así que decido ir a ver a mi antiguo brujo (psiquiatra).
Lo primero de lo que se extraña, cuando con el hablo, es de que alguien pueda morir en un quirófano. Es médico y está en un hospital. Cuando le digo que nadie se lo cree, me dice que no piense mas en ello y a continuación me pregunta si había visto la película Lawrence de Arabia, cuando le digo que sí, me dice si recordaba un pasaje de la misma en el que tenían que atravesar un desierto, y en el camino desaparece un amigo suyo. Cuando pregunta por él, le contestan que Alá así lo había querido (lo daban por muerto). El no se resigna y vuelve a buscarlo consiguiendo salvarlo. Cambia de escena y ve que iban a matar al que salvó. Había cometido un delito. Yo lo salvé y soy yo el que lo ejecuta. Cuando lo hace, le recuerdan: Ya te advertí que Alá así lo quería.
Creo en el destino. Finaliza.
Cuando le cuento que vi una película de todo el tiempo que viví con María, en el momento que nos comunicaron su muerte, en primer lugar me dijo que a eso le llaman el árbol de la vida [he buscado y no he encontrado nada que se relacione (la verdad es que tampoco estoy para romperme mucho la cabeza)], y que se debe a un estrés extremo, en este caso la noticia de la muerte de un ser querido, y que he tenido mucha suerte, porque normalmente viene acompañado de un infarto (¡Y va de infartos!).
Reconozco su habilidad. Cada vez que se me hacia un nudo en la garganta, me hacía reír.
Anoche me tomé una de las drogas que me recetó, y he dormido (Y María no se me va de la cabeza. Recuerdo la cara de asco que ponía cuando se tomaba una pastilla). Al menos estoy intentando capear el temporal. No sé el por qué recuerdo algo que escribí en mi anterior blog.
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Después de la muerte de mi ser querido
Dicen que en la cultura occidental, no aceptamos la muerte y de ahí el dolor que se siente cuando se va alguien querido. Creo van mal encaminados. Al menos para mí.
En momentos de mi vida, no solo la he aceptado sino que la he deseado, y en el momento actual, no solo sigo aceptándola, sino que hubiera intercambiado la mía por la de la persona que se me fue.
A pesar de mi ateísmo, creo en el alma, o al menos en algo exterior a ti, que duele, y en este momento el dolor es terrible, porque sé que una parte, se ha desgarrado, y se ha ido con ella y que jamás la recuperaré. Se perfectamente que ya no seré el mismo que era.
En esa cultura, creen en la vida después de la muerte y en otras en la reencarnación. También me gustaría creer en ellas, pero para mi desgracia, no lo creo. Sé que María, va a ser parte de un granaillo, de un geranio, del que le encantaba el color de sus flores, y de unos olivos. También será parte de ese mar del que no podía vivir sin él. Viajará por el espacio infinito, y pasados muchos años (millones, billones, ¿qué más da?) se unirán. Es demasiado tiempo.
¿Qué es la muerte? Aún no se sabe en su conjunto. Desde el punto de vista termodinámico y neurológico existen discrepancias científicas al respecto. Yo tengo la certeza que mientras los demás te daban por muerta (estabas muy guapa e irradiabas paz) recibiste con agrado los besos de despedida que te di, aunque también te cabreaste porque lloraba y no soportabas que nadie sufriera por ti, hasta el punto que te escondiste cuando te dio tu primera (quizás ni siquiera fuera la primera) angina de pecho, y cuando te pasó apareciste bromeando como si nada hubiera ocurrido.
Fuiste/fuimos felices el tiempo que hemos estado juntos. El más feliz de tu vida, pero tan corto espacio de tiempo que es una de las cosas que más me desespera. ¿Por qué coño te tuvo que tocar ese fatídico tres por ciento? Es curioso que cuando el cirujano nos dio la noticia, pasó por mi mente todo el tiempo que hemos estado juntos (no vi un momento malo), ahora trato de repetirlo, la mente se me obnubila, y todo se reduce a uno: que no estás.
Esa fuerza y energía que ella tenía debes seguir viva en ti, ahora debes pensar que son uno solo, ella seguirá contigo más cerca que nunca, así que demuéstrale que estas con ella, y seguirás vivo por ella, me dice Vanessa. No, nunca tuve ni tendré esa fuerza (no se dé donde la sacaba), y puede, o estoy seguro, que aquí entra mi parte egoísta: ¿Quién se preocupará por traerme el libro que me gustaba? ¿Quién ese mechero con linterna? ¿Quién me llevará al médico cuando lo necesite? Estaba tan atenta a mí, que me cuidaba más que si fuera un niño.
No puedo seguir, María. Lo siento. Fuiste una mujer maravillosa.
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Nos queríamos por igual, estoy convencido
Eras un desastre ordenando cosas. Intento unir todas las tuyas y voy a dejarlo por ahora. Por más que intento dominarme no puedo. Cualquier cosa que veo me lleva a ti.
¿Te acuerdas de tu granaillo?
Siempre que ibas al pueblo me traías alguna sorpresa. Esta en especial me llegó al alma.
Dijimos de poner en una balanza para ver quien quería más a quien. Al menos en este momento creo que yo hubiera ganado.
Aunque sé que es imposible, créeme que sigo queriéndote más que nunca.
No te gustaría verme como estoy. Lo siento, no puedo remediarlo.
Yo que me creía que sabía todo sobre el dolor.
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Mi María se me fue
Tenía necesidad de decirte algo, pero es tanto lo que me viene a la cabeza que sería interminable. También me gustaría pensar que estas en algún lugar, y si así fuera se que seguirías mi blog, así que aquí te pongo lo que escribí anteayer y ayer en mi diario.
Sabes muy bien que no se decir frases bonitas como los ticos.
Adiós.
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Daños colaterales de la medicina
Llevo dos operaciones de vejiga (a la espera de la tercera) y la verdad es que no tengo ninguna queja de los profesionales de la medicina, más bien todo lo contrario.
Entre otras pruebas, La mujer más valiente del mundo, fue sometida a un cateterismo, justo donde le detectaron una de las arterias coronarias completamente obstruida y otras dos a punto de estarlo.
El cateterismo se lleva a cabo con anestesia local, y el catéter se introduce a través de una pequeña incisión en la piel de la ingle (acceso femoral) o del brazo (acceso humeral); mayoritariamente, ésta se realiza a nivel del antebrazo.
Pues bien, el primer intento fue a través del brazo, pero algo falló y definitivamente se lo hicieron por la ingle. He escuchado varias versiones del por qué falló el primer intento, pero ninguna me ha sido muy creíble y tampoco viene al caso.
El brazo se va amoratando y va apareciendo un dolor cada vez menos soportable.
Pasan los días.
Ha habido empatía entre la cardióloga y la enferma y hace varias llamadas buscando al un especialista que le solucione el problema y a las tres de la mañana vienen tres personas del Hospital Traumatológico, me imagino que al menos uno de ellos es Traumatólogo, y lo único que hacen es dar orden para que al día siguiente le hagan un escáner. ¿Qué pintaba un Traumatólogo en este caso? Me pregunto.
Hecho el escáner, me dan otras explicaciones peregrinas: Lio de arterias, arteria doblada, y alguna más.
El hematoma sigue extendiéndose y el dolor va en aumento. Ya han pasado trece días desde que le hicieron el cateterismo. Me voy a hablar con la Cardióloga de guardia y me dice que está buscando a un Cardiovascular, pero que no lo localiza. Cuando vuelvo a la habitación, me encuentro a alguien allí que resulta que es él. Como vería la cosa que me dice que se la lleva directamente al quirófano. Antes la pasa y le hace una ecografía, cuando sale, veo que ha pintado sobre el brazo dos hermosas líneas, una de ellas con un pequeño trazo perpendicular, justo en el lugar que pincharon por el cateterismo. Me dice: por este trazo (el más cercano a la mano), coseré la rotura de la arteria e intentaré sacar la sangre acumulada, si no puedo, tendré que cortar por el segundo. Tuvo que cortar y dejar un drenaje.
Termino diciendo que la Dra. de guardia me había dicho también que el Cardiovascular, lo traían de otro Hospital, cuando en este hay una planta completa dedicada a esta especialidad.
O tantos días de Hospital me están liando las neuronas o algo ha fallado en este caso.
Mantengo que sobran protocolos y que falta ojo clínico.
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Los perros también se bañan
No todo van a ser penas, y entre angina de pecho y operaciones de corazón, ocurren cosas.
Ya hablé de Otto en un escrito anterior y de cómo esta casa, por aquello de que esta en el campo, se ha convertido, en una residencia de perros. Ayer aparte de Otto se nos agregó otro perro más, Pepo, el perro de Dani.
Otto es un perro raro y nervioso donde los haya. No hace falta insistirle mucho para que se bañe, y ayer, cosa aun más rara, Jose se bañó (creo es la única vez que lo he visto hacerlo en lo que llevamos de verano). El perro reconoce a Jose como jefe de la manada y ni que decir tiene que en cuanto lo vio, no lo dejaba ni a la sombra.
La fiesta se animó y al final también acabaron en el agua Escubi y Pepo.
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Desde angina de pecho e infarto de miocardio, pasando por edema agudo de pulmón. La mujer más valiente del mundo
No pretendo hacer un detallado informe de su historial clínico (Rotura de pelvis por traumatismo al caerse desde una terraza, los dedos de ambas manos se los tuvieron que despegar al quedar unidos por una quemadura, la tensión por las nubes, etc.), pero sí que se creía por encima del bien y del mal. Sin ir más lejos, la medicación para estabilizarle la tensión arterial, se la tomaba cuando se acordaba (que nunca lo hacía). Ella siempre la había tenido alta y ahora no le iba a pasar nada por tenerla así.
También es verdad, que hacia quizás años que la estaban viendo en cardiología de su hospital y una internista, haciéndoles un seguimiento de corazón y de tensión. Sin ir más lejos, hace unas dos semanas le hicieron una radiografía del pecho y según los entendidos se observa encharcamiento de los pulmones. Si a esto le sumamos que hace mucho tiempo que se agotaba al andar, la verdad es como para pensar que los que le han estado haciendo el seguimiento, son unos inútiles.
Llevaba unos días en que le dolía el pecho, pero recurrimos a nuestros conocimientos de medicina y vamos buscándole explicaciones: Gases, nervios, y no sé cuantas tonterías mas.
Aumenta el dolor y va al médico de cabecera: Cuando te duela te tomas un Trankimazin y esta píldora para el dolor. ¡Muy listo el hombre!
Ese mismo día, estábamos para acostarnos, cuando le da y fuerte. Apoyó el brazo derecho sobre la pared y rabiaba. La metemos en el coche y para Urgencias del hospital. Al igual que al que le duele una muela y va al dentista, a ella se le iba pasando el dolor y ya no quería ir. Como mucho decía que la acercáramos al Ambulatorio del pueblo más cercano. Ni puñetero caso y seguimos para el hospital.
Silla de ruedas, entramos en admisión, pequeña investigación y nos dicen que por un dolor de pecho no será mucho lo que tarden en verla. Al menos a mí el tiempo se me hizo eterno.
No sé qué especialidad tenía el médico que la ve, pero ya le hace un interrogatorio más en serio. Ella sigue valiente y le dice que ya se encuentra bien y que quería irse para su casa, a lo que le contesta que ni loca, que se vaya haciendo a la idea que esta noche seguro que la pasa allí. A mí a solas me dice que tienen que descartar si ha sido una Angina de pecho o un infarto.
A las tres de la mañana, la ingresan en la Sala de emergencias y críticos .
Habla con nosotros la radióloga de urgencias que es la que le hace la primera visita y no nos da buenas esperanzas.
Me hizo prometerle que no llamaría a sus hijos. Veo que no pintan bastos y los llamo esta mañana. No nos dejan entrar a verla hasta las doce. Junto a ella habían metido a un drogadicto de la cárcel con una sobredosis de Metadona. Otra vez habla la Cardióloga conmigo y me dicen que le van a hacer un TAC. Me deja acompañarla. Espero fuera y al salir, mientras la transportaban en la cama, Erika [la cardióloga (muchacha muy joven y amable)], me va explicando que de tres arterias coronarias, las que riegan el Miocardio, una la tiene ciega y las otras dos con circulación casi nula, cuando por el recorrido por los pasillos le vuelve a dar otro dolor de pecho y fuerte. A Erika, la veo asustada, pero reacciona rápido llama por su móvil y dice que tengan urgencias preparada que lleva un posible infarto.
No me dejan entrar en urgencias.
Ya habían llegado la hija y los hermanos. Ven en vivo y en directo que no los había llamado en broma. La verdad es que yo también me asusté y me afloraron las lagrimas no sé si de cabreo por haber llegado a estos extremos, o por miedo a que la cosa fuera a peor. Quizás dije alguna estupidez delante de hija y demás.
La recuperan y la llevan a la UCI. Allí no dejan entrar a nadie hasta las horas de visita, que son tres al día, la ultima a las ocho de la noche, solo dejan entrar a dos familiares, y el tiempo de estancia un cuarto de hora aproximadamente. Lo primero que me dicen al entrar es que es una paciente difícil. No quiere estar allí y no quiere la máscara de oxigeno.
El hijo llega de Madrid sobre las diez de la noche y nos la apañamos para entrar a verla.
No voy a explicar la forma de ver el mundo los familiares, desde los que se quedan en el hospital durmiendo en una silla, los que vuelven a su ciudad, o los que dormimos en una cama. Creo que en estos casos hay que estar con la mente muy despierta y descansar en una cama aunque sea un par de horas es fundamental.
Segundo día en la UCI. Voy viendo que va tomando otro color y está más tranquila, aunque lo de quitarse la mascarilla de oxigeno es su obsesión.
Tercer día de UCI. Me llaman del Hospital diciéndome que la pasan a hacerle un cateterismo. Me encuentro con María Isabel, nos dirigimos a Medicina Nuclear que es donde me habían dicho, allí no estaba, por fin damos con el sitio y ya se lo estaban haciendo. María Isabel, había llamado al hijo y allí estábamos los tres cuando la sacan. A continuación sale el médico y nos explica: Una arteria coronaria completamente obstruida y otras dos a punto de estarlo. Lo extraño después de esto es que el Miocardio y el corazón en general parece que están bastante bien. Nos sigue explicando que es una situación extraña y que el miércoles se reúnen con los cirujanos y decidirán los pasos a seguir. La acompañamos hasta la UCI y el médico de guardia dice que cuando vea la película y tenga más datos, nos informara mejor, cosa que hace a las doce.
Hay dos soluciones: En las arterias que tiene semiobstruidas, colocarle unos muelles interiores que hacen que aumente la circulación pero con el inconveniente que se hace dependiente del Hospital de por vida puesto que cada equis tiempo hay que revisárselos y/o cambiárselos, u operarla a corazón abierto y hacerle un by-pass en cada una de las arterias. Para mí no hay duda, si mi caso fuera, elegiría la segunda, pero escucho opiniones para todos los gustos. También que hay que llevársela al hospital de su ciudad, cosa que también me parece una equivocación garrafal, porque aquí tienen todos los datos paso a paso incluido un infarto en directo, caso que se ha extendido por el hospital, como un capítulo de una serie televisiva de hospitales (Mas de un médico y alguna enfermera, le han dicho: ¡Ah!, ¿tú eres la de Hospital Central?).
Al tercer día de UCI, nos dicen que la pasan a planta, pero no es hasta bien entrada la noche cuando lo hacen.
Día siguiente, ecografía para ver el encharcamiento de pulmones, que también lo ha tenido.
La decisión final ha sido bypasear las arterias dañadas.
Charlas con la doctora que la atiende desde el principio. Me dice que la operara dentro de dos semanas y que será el Jefe de Cardiología quien lo haga. No termino de comprender que tenga que pasar tanto tiempo y la explicación que me da, es que tienen que anular los efectos del Sintrom.
Puede que sea porque últimamente he pasado dos veces por el quirófano, pero tengo verdadera confianza en los profesionales de la medicina y sé que todo va a salir bien.
Aunque sé que de todo esto hemos hablado, quiero que lo leas. Puede que alguien piense que es demasiado crudo y que al enfermo no hay que darle tantos datos, pero he estado entrando en la página web de un hospital de Texas, exclusivo de temas del corazón, y lo primero que advierten es que tanto al enfermo como a los familiares se le debe informar lo mejor posible de los pasos a seguir.
Créeme si te digo que me cambiaba por ti. Tu dentro de un mes serás una mujer nueva (físicamente, claro, porque lo que es el desastre que eres, lo serás mientras vivas), mientras que yo aparte de una operación segura, puedo estar enganchado otros cuatro años a estos dichosos tumores. Si, lo sé, soy un egoísta.
¡Ánimo! Ya te falta poco aunque sé que a ti también se te hará eterno.
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