Siempre he sido un friolero compulsivo. Cuando decidí cambiar de vida, en lo primero que pensé fue en venirme a un país tropical.
Allá en España mi casa no está adosada a otras, y mantenerla en invierno a 20º costaba un pico, pero para mí esa temperatura era pasar frio. También es verdad que en el exterior podía estar a 0º.
Solo pensar que tenía que salir fuera era un verdadero martirio.
La parte del cuerpo en que más lo notaba era en los pies, por más abrigados que los llevara.
¿A santo de que estoy hablando hoy de esto? Anoche me despertó una tormenta, pero entre sueños me parecía llovía fuerte, tan es así que me levanté para comprobarlo. No ha dejado de llover en todo el día, pero aquí el agua de lluvia por decirlo de alguna forma cae a temperatura ambiente, tan es así que a poca gente he visto con paraguas. No solo eso sino que no porque llueva dejan de andar en bicicleta o en moto, sin utilizar ropa especial.
Esta tarde sentí el dichoso frío en los pies y se me ocurrió mirar el termómetro. 23,5º C.
Con mucho es la temperatura más baja que he visto desde que estoy en este país, al menos en esta parte del mismo. Las nubes de hoy debían venir de Canadá.
Lo anoto para que quede constancia.
Búsqueda en Google de: Pasando frío (o casi) en el trópico
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