Transcurre el tiempo. De la falta de médicos al Gran Colisionador de Hadrones

Hace tiempo que no aparezco por estas páginas y va pasando el tiempo. Me he entretenido en buscar en las entradas anteriores y hace aproximadamente dos meses que estuve en el urólogo y me dijo que me llamarían para hacerme la cistoscopia. La verdad es que ya me parece como muy fuera de las cosas que me tienen que pasar el que lo hagan.
Aquí en España los políticos aburren hasta a las vacas [van disminuyendo el número de manifestaciones (antes de que aprobaran la ley mordaza) y creo que la gente da por hecho que esto no tiene solución y cada vez están más aborregados] y encima tienen la caradura de mentir de una forma tan descarada que han perdido totalmente la vergüenza o nos han tomado por estúpidos (creo que lo somos). En estos últimos días los principales responsables del gobierno están repitiendo consignas como que hemos salido de la crisis y que somos el país de Europa que más está creciendo, pero el colmo del cinismo es Rajoy diciendo que aquí no ha habido recortes en servicios sociales y así por encima, el número de docentes es de unos 11.000 menos, Sanidad cuenta con unos 8.000 profesionales médicos menos (¿Cómo me van a llamar?), pero eso sí, hay unos 20.000 policías más que en 2008 y en las fuerzas armadas el número se mantiene.

Esto último es comprensible puesto que puede que nuevamente nos invadan el islote de Perejil.
A lo que iba, en caso de que me llamen lo harán después de las vacaciones, porque por estas fechas disminuyen el número de camas en los hospitales y en general todos los servicios, y la cistoscopia no deja de ser una revisión por lo que en caso de operarme nuevamente, pasará la navidad y aun no habrá tocado, por lo que veo difícil que no hayan pasado los once meses que me dieron en Costa Rica (por recomendación) para poder volver sin perder la residencia. ¡Y me quejaba de aquel país! ¡No sé para qué coño me vine!

Decía en plan de cachondeo que la única forma de poder hablar en este país era irme a la plaza del pueblo, sentarme en un banco e intentar hacerlo con alguien, un viejo por supuesto, porque el resto de la gente es difícil que se dedique a este deporte, pero los otros días me acerque por allí y efectivamente, viejos habialos, pero lo que es hablar me parece que poco hablaban o sea que hasta eso que yo ponía como última solución, de hablar la gente, me refiero, parece que se ha perdido.

Y más cosas. Hasta hace unos días en esta casa habitábamos siete personas y dos perros, ahora quedamos tres y dentro de unos días puede que yo solo y los canes, claro. Una emigro a los países catalanes (Ya hable de él), otra se fue ayer, después de pasar unos días de vacaciones, al Gran Colisionador de Hadrones, cerca de Ginebra (Contaría en qué circunstancias está pero hoy no tengo ganas), otro se fue hoy a pasar unos días con unos primos y el cuarto hace unos días que encontró un trabajo temporal de los que hay hoy en día y que encima no son fáciles de conseguir y no sé cuánto durará.
Ya que escribo no puedo dejar de citar a mis neuronas. Unos días creo que estoy mejor, pero son mayoría los que estoy hecho una mierda. Es curioso que no se me apetezca hacer nada por bonito que a los demás le parezca.

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