Hace unos días en Netflix, vi una serie en donde la industria farmacéutica intentaba introducir en el mercado un medicamento para “enfermedades de la cabeza” a base de hacer pruebas no controladas en personas. Todas acabaron jodidas.
Posiblemente yo después de haber tomado últimamente uno contra la depresión de última generación, sea una de esas cobayas.
Hace un año me hospitalizaron a causa de una infección, al parecer en el apéndice.
Resumiendo: Todo el tiempo que he estado sin escribir ha sido porque he estado fuera de este mundo.
Dos veces he estado en urgencias porque me dolía la barriga cada vez que comía y por lo tanto no lo hacía y la debilidad iba en aumento. Analíticas, goteros y todo salía bien. En la segunda me mandaron hacer una endoscopia cosa que esta vez, cosa extraña, fue al par de días.
El medico dijo que me tenían que hacer unas biopsias y que los resultados tardarían unos días, pero cuando le comente que llevaba semanas sin comer, me dijo que no fuera tonto que me fuera para urgencias y que no saliera de allí hasta que no me ingresaran. Es de los pocos médicos que aun ejercen la medicina como tal.
Todo esto fue en los últimos días de julio y la cita para el Estomatólogo, por mucho que insistí que para entonces ya estaba muerto, me la dieron para finales de agosto.
Morir o sobrevivir así que fui a un Estomatólogo particular que me recomendaron como muy bueno y que curiosamente es el que me tenía que ver en el Hospital. No podía anticiparme nada hasta que el día siguiente no me hicieran una ecografía y que cuando lo hizo me dijo que no observaba nada fuera de lo normal, que lo único que le quedaban dudas era de las biopsias de la endoscopia, pero que no podría verlas hasta que no acabara las vacaciones.
No podía más y la cabeza busca soluciones donde encuentre un resquicio.
Haciendo un gran esfuerzo me fui a ver a mi psiquiatra, Rafael Navarro. La primera impresión que me di dio es que está muy pasota.
Cuando le dije que no dormía, me dijo que eso era imprescindible y que ansiedad no debía soportar ninguna.
Me cambio de medicinas por unas que no receta la Seguridad Social y en otras que si lo hace me aumento la dosis. Médico de cabecera de vacaciones y otro desastre.
He subsistido a base de batidos.
Me dio 0un resto de unas gotas para dormir (No tenían en la Farmacia hasta otro día) y esa noche no dormí nada. Me desperté cinco o seis veces con mis solitarios para volver a coger el sueño.
Esta noche no sé si porque ha refrescado o porque me he tomado las gotas nuevas, he dormido y parezco otro. Tengo la impresión de que algo he resucitado y me he atrevido a escribir estas líneas.
Búsqueda en Google de: Posiblemente la cabeza me funciona mal
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