El hombre es el único animal… Facebook


Aunque nos dirigimos al solsticio de invierno, y por tanto los días van acortando, hay algunos que se me hacen eternos. También es verdad que cuando llega la hora de acostarme, le temo a la noche, los sueños y despertares a horas en las que no veo luz por la ventana no son en estos momentos nada agradables.
El ordenador [computadora por aquellos lares (Cada vez están más presentes en mi mente)] al que tanto odié en el trabajo (teníamos muchas obras en la calle y había quien quería resolverlas con este aparato), me fue de gran ayuda con la depresión y ahora lo está siendo en estos malos tragos. Incluso cuando tengo los cables completamente cruzados, me pongo con el solitario, cosa que me cabrea bastante porque al menos en mi etapa anterior ya era incluso un buen aprendiz de hacker.
Los otros días hablaba de la amistad y no se el por qué lo relacione con Facebook, quizás por aquella cantidad de correos que me llegaban con fulanito/a quiere ser tu amigo. Si mal no recuerdo cuando empecé a utilizarlo aún estaba solo en inglés. Había mas redes sociales pero esta les ha ganado el terreno a todas, entre otras cosas, por la cantidad de de todos nosotros [hasta la CIA está metida en el ajo (para qué el gasto inútil de la red Echelon)]. Pocos han leído , que pinchamos para poder acceder. Entre otras lindezas dice (más o menos): La propiedad exclusiva y perpetua de toda la información e imágenes que publican. Incluso cuando los usuarios cancelan su cuenta la información y las imágenes permanecen.
Empezó a llamarme la atención que casi todos los programas de TV, te van haciendo una especie de encuesta para ver que opinan sobre el tema los videntes/oyentes a través de estas redes, pero poco a poco me voy dando cuenta que personas que no tienen ni puta idea de ordenadores, están metidos en Facebook o en Twitter. Algo así como el que no esté metido es un cateto. ¡Vamos, que no tienes un bemeuve!
Algo ha debido pasar desde que yo me di de baja, me digo, y olvidándome del solitario hace unos días me volví a dar de alta. Eso sí, al igual que en este blog no doy un solo dato mío, tan es así que no me dejaba entrar porque en la edad había puesto un año y después he comprobado que el mínimo es trece, cosa inútil, porque de todas formas te tienen al menos localizado. Un caso curioso: Mete en Google una palabra como por ejemplo odontólogos, y conforme vas escribiendo, sale un desplegable de ayuda, y aparte de la palabra sola te salen varias más que te dicen odontólogos en tu ciudad o en las que te rodean.
Lo primero que noto es que ha cambiado la interfaz de usuario, lo segundo que ya me han salido más de cincuenta amigos/as aparte de un personas que conoces. Es admirable, la cantidad de personas que conocen a un tal Perroverde y que además se apellida Sinnombre con una edad de veinte años. Por mucho que se empeñe Facebook, esa persona no existe. ¿Cómo me han puesto a tiro a tantas personas que conocía? ¿Cómo me han relacionado con la primera vez que mi di de alta en la que si di mis datos? No, por la IP, seguro que no es. Lo de Orwell, ya es cosa de niños.
Las herramientas de que dispone hay que hacer un curso de informática. He intentado meter este blog y al final lo he conseguido a medias (las ultimas veinticinco escritos, incluso este que los pongo a parir, aparecen en Mis notas) y no pienso insistir, porque tengo el tiempo contado para eliminar mi cuenta nuevamente.
Bajo ningún concepto estoy criticando a las personas que utilizan estas redes, simplemente a mí no me van, puede que por lo que decía de la amistad, en este caso cibernética. De todas formas por si quieres darte de baja (te aseguro no es fácil dar con la forma de hacerlo) aquí te dejo este .
No me imagino a Rajoy twitteando, pero sí al equipo que tiene detrás, por supuesto pagándolo nosotros, contestándole a las preguntas. Hay que tener en cuenta que un desconocido como Obama, llego a presidente de USA por estas redes, él no va a ser menos.
Por cierto el otro gigante, Google, ha sacado otra, Google+.
Otro día menos. Hoy, en especial esta noche pasada ha, llovido bien y mientras he escrito esto he dejado tranquilo al pobre solitario y la mente la he tenido ocupada. Algo es algo.

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Perdido entre caminos


Si tienes un buen amigo: ¡mantente alejado de él! La verdad sea dicha, reconozco que soy un insociable, al menos en esta parte del mundo, pero me encuentro en una gran encrucijada y es triste no tener con quien desahogarse.
Por la muerte de María he tenido algún correo y alguna llamada, digamos dándome el dichoso pésame, pero no, la amistad es mucho más que eso. Hay momentos difíciles en esta vida, como el que estoy atravesando y necesitarías a alguien con quien abrirte, y no siempre va a ser el psiquiatra. Ni siquiera pediría consejos, y por supuesto mucho menos dinero, pero estoy seguro que el solo hecho de que te escucharan, seria de un gran alivio.
¿Se me va a olvidar María? Difícil lo veo. Nos lo contábamos todo.
Me encuentro andando por un camino con paso lento y a lo lejos veo varias bifurcaciones, sabiendo que alguna forzosamente tendré que coger, pero por más que pienso en todas veo dudas y en algunas me niego a seguirlas, aunque puede que sean las que más me convienen.
En teoría ya me tenían que haber llamado para volver a operarme de la vejiga, y aunque tengo momentos en que me digo que se opere Rita, sé que tengo que hacerlo, porque noto que algo me dejaron mal.
Mientras me operan, si tengo la certeza (me anestesian de cintura para abajo), de decirle al cirujano que la deje lo mejor posible porque lo que es por ahora no pienso volver. Tiempo tardara en que se me desarrolle otro tumor, y lo que es la quimioterapia la primera vez no me sirvió de nada.
Salgo del hospital y me vuelvo a Costa Rica. Por ahora es el camino que veo más factible. El tiempo que pasé allí fue uno de los más felices, pero también me acuerdo, que más de una vez me faltaba un hombro en el que apoyar mi cabeza, hasta que llego María. Puede que fuera la felicidad completa, Esto seguro que me volverá a ocurrir y mujeres que sean mi pareja ni quiero ni las habrá. Te ven como a un pensionado con el que asegurar su vida.
Me veo cansado y con falta de ideas así que lo mejor es que me deje llevar por la corriente, quedarme aquí y ya vendrán tiempos mejores en el que pueda decidir con más lucidez.
Igual que durante mi depresión la soledad me vino muy bien, ahora no la deseo, y sigo pensando que la felicidad está en el camino de buscarla. Tengo un ejemplo que lo certifica: Mi hijo es por la noche cuando les echa la comida a los perros. Cuando ellos calculan que es la hora, no paran de arañar la puerta y cuando sale a por los cacharros donde aparte del pienso les hecha los restos de nuestra comida, entran haciendo grandes fiestas. Les pone la comida y algunas veces ni siquiera la tocan.
Tengo más caminos.
María, aunque digas que soy un egoísta, no me tenías que haberme dejado. Nadie te necesitaba como yo.
Cuando el mundo que nos rodea es muy poco humano, resulta muy humano alejarse de él.

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