La purruja y sus dichosas picaduras
Si pones en un buscador los animales más venenosos del mundo, no te aparecerá la purruja, pero si comparáramos tamaño/cantidad de veneno inyectado, probablemente sea el más venenoso de este planeta.
Dicho de otro modo, tienes que investigar un poco y darte cuenta que la purruja no es la purruja, sino que es una ceratopogonidae. Puedes ampliar conocimientos en el siguiente pdf
Para ver una imagen he recurrido aquí.
Si yo fuera tico me cabrearía. Después de sufrirlas todos los anocheceres de la vida, y que nadie haya escrito sobre ella, no lo comprendo.
Para la imagen que encabeza este escrito he tenido que recurrir a fotografiarla mientras me clavaba su aguijón (ese puntito negro sobre la muñeca, es una), nada que ver con las que se ven en el enlace que he puesto.
Yo daba por supuesto que los nativos de este país estaban inmunizados contra ellas, pero no respetan a nadie, aunque si es verdad que en algunas personas sus efectos son más dañinos. He visto picaduras con un verdadero cráter en el centro y supurar de lo lindo.
Tampoco comprendo el por qué los ticos, al menos por esta parte del país, solo utilicen la pantaloneta y muchos van descamisados. Fue una de las primeras lecciones que aprendí, que a mis atardeceres/tertulias, siempre iría con pantalones largos, lo que tampoco impide que las pantorrillas y brazos sufran sus, digamos, mordeduras.
¿Repelente? Si tengo repelente, pero me he propuesto acostumbrarme a ellas. No se el por que me imagino que el cuerpo irá creando defensas para su veneno, si no es así es mucho el tiempo que seguiré rascándome, aunque es lo peor que puedes hacer por aquello de comer y rascar todo es empezar.
Es curioso que buscando información he encontrado este video, en el que solo habla de lo beneficioso que es este cabrón. No veo claro que un bicho que le encanta la sangre humana a la vez le guste el néctar de las flores.
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Del sueño americano al sueño de la felicidad
Rigo es uno de los asiduos a mi tertulia. Por comparación, no ya con los que se sientan en mi mesa, sino con las otras tertulias en las que suelen estar los amigos de la mota (marihuana), es una de las personas más razonables y prudentes donde los haya. Quizás un poco retraído.
Es ebanista y no le falta trabajo. Aparte un buen deportista; los desplazamientos a sus lugares de trabajo los hace en bicicleta, y a veces desplazamientos como desde Guanacaste hasta aquí, también los ha hecho.
En estos días sobre las siete de la tarde es raro que no venga algún aguacero, lo que hace que tengamos que largarnos. Siempre hay alguno que es el que da la voz de alarma, los otros días, la dio German, y solo quedamos Rigo y yo. De él es el que mas me fio y acerté. Que conste que le he preguntado como entre cinco y diez minutos de antelación los detesta: ¿Es el olfato? (algunos dicen que huelen el agua), ¿es un oído muy sensible? No, me contesta, se nota en el ambiente.
Como decía, nos quedamos solos. No se como salió a relucir Estados Unidos, cuando en un momento, me dijo: Yo estuve allí cerca de cuatro años. No me lo esperaba de él. Por favor, cuéntame.
Conocí a un gringo y nos hicimos bastante amigos, cuando se fue me mando llamar. Yo solo tuve que preocuparme del pasaporte, del resto se encargo él: Visa, Contrato de trabajo y todo el tiempo que estuve allí, estuve legal.
Vivió en Los Ángeles y sus alrededores.
Pienso, que ahora, el mal llamado sueño americano, si lo es. Llegar a Estados Unidos es el sueño de cualquier latinoamericano.
Rigo, lo tuviste todo y lo dejaste. ¿Cual fue el motivo?
Allí no era feliz, me contesta.
Aun hay personas en este mundo que anteponen la felicidad al materialismo.
¡Bienvenido, Rigo!
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