España tiene eso, cuando más jodida está la cosa alguien se saca un as de la manga, se olvidan los principales problemas y echamos el resto en la última gilipollez que se sacaron de la chistera los interesados.
Aun estando aislado en mi retiro, las redes sociales, llegan hasta China y aquí me llego que el rey había “abdicado” en su hijo. Todas la televisiones se pusieron a hablar del asunto y los dichosos tertulianos, como he dicho, presentaron la noticia como el mayor problema que tiene este país en este momento, olvidándose del paro, pobreza, y niños bajo el umbral de la misma, entre otras zarandajas y rápidamente ya por la tarde se organizaron manifestaciones para hacer un referéndum en el que decidiéramos si queríamos monarquía o república. La verdad es que me sonó a algo así como si la selección española no pudiera jugar los mundiales de Brasil.
Vaya por delante que lo que es a mí las dos instituciones, república y monarquía, me parecen obsoletas. Yo preguntaría si alguien sabe quién coño es el presidente de la república federal alemana (Joachim Gauck) o de la italiana (Giorgio Napolitano) y que papel desempeñan porque sobre todo en Alemania se sabe que la que mueve el cotarro es la Merkel.
Otra cosa de las que paso, entre otras, es de himnos, banderas y fronteras, pero me hace gracia la obsesión, de los que se dicen republicanos, que tienen por la tricolor sin saber el porqué de esos colores, ni el origen de la roja y gualda (la mayoría se la atribuyen a Franco).
Tampoco saben que en la primera república fue esta última la que ondeo.
Para mí los iluminados debían pensar en el gasto inútil de esto dos personajes e inventar otro modelo. Aunque algo especial, en Estados Unidos hace tiempo que lo inventaron, y en Francia el presidente de la república quita y pone gobiernos a su antojo.
He cumplido años y dentro de poco estoy como el rey, chocheando, si es que ya no lo estoy.
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