Entre Samsung y Grundig ¡Vaya lio para unas neuronas que no están para eso!


Sigamos en lo que para mí es una chorrada, aunque no tanto porque encerrado en este destierro la verdad que no lo es tanto. El televisor que tenía era uno de los primeros de pantalla plana, pero que ya había cumplido. Le salían unas rayas verticales que impedían verlo con las mínimas condiciones. Yo había cogido el truco de desenchufarlo y volver a hacerlo y desaparecían, pero la última vez que lo hice, digamos que RIP, o sea que no funciono más.
No sé por qué yo quería comprar un Samsung, eso sí, que tuviera la pantalla grande porque con la mierda de las cataratas no veo las letras ni un carajo desde la distancia en que me siento y si quería hacerlo tenía que levantarme.
Arturo se encargó de comprarme una pero en la tienda, no la tenían la Samsung y mientras me trajo una que aunque era nueva, debía de ser un modelo antiguo o malo que no tenía venta.
El mismo día que me llevo al médico de cabecera, ya había llegado la que yo pedí y al volver la colocó. Era una enorme, de cincuenta pulgadas. Ya me comento que no le gustaba el sonido y las patas no encajaban en donde había que colocarla. Quedamos en que la vieran los demás y precisamente por la tarde tres personas dieron su opinión. Mas defectos no le pudieron sacar, desde que era demasiado grande hasta que no se veía con nitidez aparte del ya mencionado del sonido. Para rematar que era
Grunding en vez de Samsung cosa que yo ni me había dado cuenta. Juntando el cabreo de lo que me había dicho el médico a haber comprado TELEVISOR MAS MALO SACADO AL MERCADO, me hundí de tal forma que a las cuatro de la mañana me desperté y ya no pude dormirme.
Parece que va a tener remedio la cosa.
Ayer me trajo la dichosa televisión, al parecer definitivo creo que de 43”, veo las letras aunque con un poco de dificultad pero esta si es Samsung. Tiene un mando muy pequeño y de una tecnología que debe ser tan actual que por ahora na ha habido forma de meter los canales en su sitio. El color se ve mejor y hay que reconocer que el sonido también.

Espero que todo el mundo se ponga contento al verla.
Ahora parece que el móvil no me carga.
Lo que yo siempre he dicho, la Ley de Murphy es implacable.

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Perdido en un bosque brumoso. Entre médicos más análisis e inflamación de la glándula tiroides


Fue hace casi dos meses que fui a mi médico de cabecera pero con la desgracia de que en su lugar me vio otro que si al menos me hubiera reconocido podía haberme evitado el paso por el hospital o al menos que ese paso hubiera sido menos traumático.
Ellos tienen todo el historial en el ordenador y aparte en el informe que me dieron tenia que seguir unas pautas marcadas por él y le dijo a mi hija que fuera a hacerme unos análisis concretos, solo de sangre, a los que fui el día 21 del mes pasado. Transcurrido el tiempo que creí que ya los habían hecho fui a verlo a él.
Al igual que con su sustituto entre antes de la hora que daba la solicitud de la misma a través de web, con esta tuve que esperar señal de que el tiempo que tardaba con los enfermos era superior al que le marcaba el “protocolo”
Sin querer salió algo y le conté de lo mal que lo había pasado y añadí que no comprendía como el personal sanitario podía trabajar en esas condiciones. Vio los análisis, y antes de auscultarme me dijo que el paso por un hospital suponía un deterioro físico y mental muy severo para el enfermo y añadió que él había estado en uno (Es internista) y que había renunciado y venirse a médico de cabecera.
Me toca en la garganta y me dice que tenia algo mal en la glándula tiroides, que podía ser la causa de mi cansancio, pero que cabían varias posibilidades, desde la operación hasta un tratamiento, incluso que podía ser circunstancial, pero que hasta no ver una ecografía, no podía decidir.
Una cita para una eco, tal y como está la sanidad española, o al menos para la andaluza, tarda más de seis meses pero que él iba a intentar adelantarla. Fue mi hija al dia siguiente y me la han dado para primeros de Octubre.


No es que este bailando sevillanas de saber que entre una cosa y otra, estoy hecho un viejo carcamal, pero al menos el saber qué te pasa ya es una gran ventaja al menos para mi cerebro y no solo eso, sino que ya creo que me voy a poner en condiciones de coger la moto, la cual arranco todos los días y la muevo un poco y quizá con ella no me las piense y tire para Marruecos, aunque allí me entierren los “moros” al son de flauta y tambor.
En lo referente a lo que pueda tener, el dia 6 de octubre tengo cita con el “especialista en
Diversiculos” otra vez en el hospital, pero hay una cosa que no me había pasado desde hace años y que creo que es buen síntoma: Todos los días me da hambre y no con dieta blanda como habían dicho que hiciera hasta que me viera, sino que he comido hasta fabada.
Hay un dicho que dice que dios aprieta pero no ahoga, y tal y como estoy ahora creo que a mí ya me ha apretado más que suficiente.

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