Marcos, viviendo entre lobos

Viendo la televisión, me encontré con este curioso personaje y me acordé de la etiqueta curiosidades que he abierto en este blog. Pocas cosas curiosas encontraré como esta. ¿Qué hubiera pasado si ese/os cazadores no lo hubieran descubierto y hubiera seguido su vida entre los lobos? La verdad es que no me lo imagino en la civilización trabajando de albañil. Me lo seguiré imaginando libre como los pájaros.

 

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La rápida expansión musulmana

Puede ser que como consecuencia de acoso informativo/desinformativo, a raíz de los acontecimientos en el campamento saharaui del Aaiún, y a favor y en contra de Zapatero (la verdad es los que están en contra son abrumadora mayoría) me viene a la mente lo que un día escribí sobre la cultura musulmana y su incomprensible declive. Hay dos frases que las tengo bien grabadas: Le recuerdo que cuando Londres era un villorrio, Córdoba ya tenía alumbrado público y ... Cuando París apestaba, las acequias de la Alhambra olían a jazmín.
También puede que coincida que estoy leyendo un libro sobre los musulmanes en España.
La verdad es cuanto más leo sobre el asunto, más liadas tengo mis neuronas.
Como botón una muestra: Táriq (que no Tarif), desembarcó con 1.700 hombres (7.000 ó 12.000, según las fuentes árabes), beréberes (él también lo era) en su mayor parte. Si nos vamos a la historia antigua del islam, apaga y vámonos, según las fuentes sean suníes, chiíes o ibadíes.
No pretendo hacer una recopilación histórica ni mucho menos, voy a intentar escribir lo que tengo cogido con pinzas en mi cerebro para ver si logro entender el por qué los árabes de estar aburridos en su desierto, pasaron a ser tan expansivos. Sinceramente creo que nada tiene que ver con la religión.
Los árabes eran nómadas, o sease, vivían de la cría y pastoreo de rebaños mediante desplazamientos de las zonas en las que había pastos abundantes durante las lluvias, a aquellas otras en las que existían pozos. Los pastos al parecer no sobraban (no me imagino Arabia hecha un vergel en aquella época), por lo que era común entre ellos las , cuya finalidad era ahuyentar el ganado de las tribus vecinas, pero a nadie le agradaba que espantaran a su ganado motivo por lo que acababan a sablazo limpio. Esto junto a otras contiendas producía bajas, cosa que les venía muy bien, porque la abundancia de alimentos brillaba por todo lo contrario, y ya se sabe cuántos menos, más a repartir.
Mahoma, que era líder religioso/político, lo normal por aquellos pagos en aquella época (lo imita muy bien en ese aspecto el rey, o lo que sea, del país vecino del sur), y una de sus obsesiones era la unión de los árabes, pero pronto comprendió que las razias eran incompatibles con la misma, pero si estas se hubieran suprimido la escasez de alimentos se hubiese agravado. Las razias se hacían contra cualquier tribu o familia con la que no se mantuviera buenas relaciones.
La cosa empezó en Medina, y dejó bien claro, que quienes desearan ser aliados suyos, debían convertirse al islamismo y reconocerle como profeta, por lo que la tribu mahometana fue en aumento, y se comprende fácilmente que las incursiones de saqueo se dirigían contra los no musulmanes; así pues, a medida que aumentaba su tamaño era necesario dirigir esas expediciones cada vez más lejos. La bola de nieve empezó a rodar.
Que consiguiese la unión de los árabes, comprendido, pero repito, esto era una bola de nieve y a continuación se expandieron por Siria, Irak, Egipto, y norte de África. La siguiente pregunta es: ¿De dónde coño salieron tantos árabes, no solo para mantener la ocupación de los territorios conquistados, sino para seguir expandiéndose? La verdad es que no fueron tontos. Convertían por narices a los idolatras, caso de Arabia, pero respetaban a los pueblos del libro, los judíos y los cristianos; no se les obligaba a convertirse al Islam, sino más bien mantenerse en sus creencias. Los bienes capturados como botín, se repartían entre los participantes en cada expedición, pero cuando los musulmanes árabes empezaron a conquistar tierras, prefirieron no dividirlas entre ellos ni adoptar un modo de vida agrícola, era más útil, que las siguieran cultivando sus propietarios y ellos cobrarles un impuesto. ¡Botín más impuestos!.. ¡Esto es un chollo!, se dirían los árabes ¡Continuemos!, y aunque el mando supremo seguía estando en manos de gentes de raza árabe, una parte considerable de la fuerza expedicionaria paso a estar compuesta por gentes de las tierras conquistadas, especialmente bereberes cuando de la expansión hacia el oeste se trataba. Así fue como pudieron avanzar con tanta rapidez y conservar sus conquistas.
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