Estado de alarma en los aeropuertos europeos


Debido a las grandes nevadas en centro y norte Europa, , motivo por lo que Bruselas ha declarado el estado de alarma. Hubo un momento en que dudaron si declararlo de sitio.
Consultan con Zapatero (Presidente español experto en estas lides), si aplicarlo contra los meteorólogos, por no haber previsto esta catástrofe, o contra la autoridad portuaria por lo no tener ni la sal ni los medios suficientes para tener despejadas las pistas.


Los usuarios del espacio aéreo, en estas fechas tan señaladas para volver con sus familias en navidades, estudian interponer una demanda, pero dudan de contra quien.

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Mi aislamiento no deseado. Mi cárcel de cristal


Dicen que la soledad es uno de los principales enemigos de la depresión, cosa en la que para nada estoy de acuerdo. La última fase de la mía, hice verdadera vida de asceta y fueron cerca de cuatro años. Durante ese tiempo, puse en una balanza el acabar drásticamente con aquel sufrimiento o hacer lo imposible por salir del pozo. Opté por la segunda y aunque dudé mucho que lo consiguiera, y no sin pocos sacrificios (recuerdo perfectamente los baños en la piscina a 0º C de temperatura ambiente), lo conseguí.
Cuando tenía claro que había salido (quizás no tan claro), decidí irme a Centroamérica. Ni nadie me acompañaba, ni a nadie conocía. Tampoco tenía decidida ni al país ni al lugar en el que recalaría.
También tenía claro, que quería borrar mi vida anterior, pero el dichoso sistema, no se olvida de ti, y durante los dos años que he durado allí, un día decidí volver para ponerme al día con las trampas que te van tendiendo y una vez resueltas volver, cosa que esperaba solucionar en dos o tres meses, pero el hombre dispone y el destino dispone.
Ya son casi ocho meses los que llevo aquí y sin visas de poder volver. También es verdad que sin esperarlo me hospitalizaron para una operación quirúrgica y cada mes están experimentan conmigo introduciéndome en mi cuerpo una dosis de veneno y en febrero me harán un reconocimiento.
Curiosamente de todo lo que vine a resolver, nada he solucionado, y viendo con la celeridad que funciona la justicia, veo que o no se solventará o pasará bastante tiempo.
Son varias la veces que he tenido la tentación de volver a repetir la experiencia de volver a dejar el sistema con sus pleitos y mandar la recuperación al carajo. Puede que por María, mi compañera, haya aguantado. La verdad es que ella también tiene que resolver asuntos para poder obtener su residencia en aquel país cosa que yo ya conseguí.
Estoy convencido que cada cuerpo humano tiene su termostato y el mío a partir de cierta temperatura ambiente (baja) me acobarda y me deja sin ganas de hacer nada, y como tampoco tengo obligación, me dejo vencer y procuro acurrucarme bien en la mesa de camilla o delante de la computadora, por supuesto con una estufa bajo los pies. También es cierto que todo este tiempo que he estado al otro lado del charco, te tenido como temperatura máxima 33ºC y mínima de 28. Mi termostato se ha debido descontrolar por completo.
Pero no es esta la principal causa de mis ansias de volver. Echo mucho de menos mis tertulias con mi gente, que, aunque personajes singulares, son personas excelentes; los pescadores en sus panga llegar al muelle con sus pargos o sus dorados, los monos despertándome de madrugada, mis excursiones por aquella selva tropical, el vuelo de los buchones (pelicanos) y en especial mis atardeceres en mi bahía (no había uno igual que otro) y la gama de verdes de sus bosques.
No había cine, ni librerías, ni cosas que por esta parte del mundo parecen esenciales, pero, ¿y qué?, por aquí, de la pocas veces que salgo del desierto en que vivo a la llamemosle civilización, abundan, pero es tan poco lo que necesito que me aburro, y no digamos personas con las que hablar. Aquí la gente va por la calle y ni saluda y de hablar con alguien es con el camarero o con el tendero.

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Frases hechas y léxico motrileño


Nací en Motril, pero aproximadamente con dieciséis años lo abandoné, recorriendo esos mundos, y mis visitas al mismo cada vez se espaciaron más en el tiempo. Me acuerdo perfectamente que éramos muy brutos, sobre todo en el lenguaje, aunque curiosamente, teníamos un léxico más rico que en el resto de España. Cuando yo decía papas, se reían de mí recriminándome que no dijera patatas, en este caso un anglicismo de potatoes. No tardé mucho en descubrir que en toda Latinoamérica continente de procedencia de dicho tubérculo decían papas.
También al igual que en el continente Americano se hablaba con cierta musicalidad, algo así como nanananáaana.
Puede que lo que más nos distinguiera era el pronunciar la a como la e (puertes por puertas)
Posiblemente, por influencia de la televisión, las últimas veces que por allí estuve, en especial en la juventud, todo esto ha desaparecido, y hablando se asemejan mas a los naturales de “Valladolit”, que al de sus antepasados.

El motrileño no te llama por teléfono: te pega un telefonazo...
El motrileño no dice hola: te dice: ¡¡¡qué pasa killo!!!
El motrileño no se cae: se mete un ostión.
El motrileño no se lanza: se embala.
El motrileño no bebe mucho: se pone ciego.
El motrileño no es que no lo entienda: es que no lo coge.
El motrileño no te da la espalda: te manda al carajo
El motrileño no te llama la atención te dice: ¡¡¡andevas!!!
El motrileño no molesta: da por culo.
El motrileño no golpea: te ostia o te parte la cara.
El motrileño no trabaja a tiempo parcial: echa una mañana o una tarde.
El motrileño no tiene amantes: tienes querías.
El motrileño no se impresiona: dice: ¡¡¡LA VIRGEN!!!
El motrileño no orina: se mea (ande puede).
El motrileño no sufre de diarrea: se caga por las patas abajo.
El motrileño no va rápido: va a carajo sacao.
El motrileño no se va: sale arreando.
El motrileño no duerme: se queda sobao.
El motrileño no se ríe a carcajadas: se descojona.
Al motrileño no le surge un problema: le cae un marrón de cojones.
El motrileño no pide que lo lleven: pide que lo acerquen.
El motrileño no es un presumido: va hecho un pincel.
El motrileño no se pone pendientes: se pone zarcillos.
El motrileño no bebe una copa: se toma un cacharro.
El motrileño no se cae: se mete un guarrazo.
El motrileño no tiene prisa: tiene bulla.
El motrileño no es un insensato: es un soplapollas.
El motrileño no es buena persona: es buena gente.
El motrileño no es despitado: está perdío.
El motrileño no es un gandul: es mu perro.
El motrileño no hace algo mal: la caga.
El motrileño no pierde el tiempo: esta perreando.
El motrileño no dice tardaré en bajar: dice "ahora bajo si eso"
El motrileño no esta cansado: está reventao.
El motrileño no ve a una chica fea: ve un cardo borriquero.
El motrileño no te dice que estás equivocado: te dice ¿de qué vas, tontopollas?
El motrileño no se enfada: se rebota.
Al motrileño no le sale algo mal: se le va tó a tomar por culo.
El motrileño no es sencillamente genial: el motrileño es la polla.

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