En espera de una llamada. Y van pasando cosas


Ya ha pasado casi un mes y todavía no me han llamado para hacerme la cistoscopia urestroscopia. Por cierto he buscado en la web lo que es la urestroscopia tal y como dice en el informe descriptivo de lo que se trata y no aparece, sino la palabra Ureteroscopia. Como en esta casa estamos fuera de cobertura de los celulares tengo que estar pendiente del teléfono fijo las veinticuatro horas. A todo esto que no lleguen las vacaciones y se retrasen todas las actividades de los hospitales y me la hagan en septiembre o en octubre.
Las neuronas mientras tanto creo que van mejorando, aunque algunos días me dan un arrechucho, en especial a base de ansiedad, que para mí se quede.
Mientras van pasando cosas, por ejemplo ayer fui a cortarme el pelo cosa que no hacía desde que estaba en Costa Rica, o sea unos tres meses. Un poco más y lo tengo igual que cuando me lo dejé largo.
Los hombres de esta casa, yo no me cuento, gracias a la crisis, tienen tiempo de ir haciendo cosas, en especial uno, que daría un rendimiento extraordinario en cualquier empresa, puesto que aquí nadie lo obliga y la verdad es que no para.


Los cipreses que separan este terreno de la parcela vecina, nadie los había cortado por la parte de arriba y a poco más llegan al cielo. Con un andamio y a base de motosierra se han conseguido cortar parte de los mismos. Para terminarlos habrá que hacerlo desde la otra parte.


Si con los que se han cortado ha salido esta leña, si se termina vamos a tener para la chimenea todo el invierno que viene.


La casa va pareciendo otra. Pequeños detalles que lo aderezan.


Árboles que habían desaparecido por alguna extraña enfermedad, algunos se van recuperando.


Se ha recuperado una Vespa que l e correspondería estar en un museo.


Ha florecido la adelfa.


Los domingos nos seguimos reuniendo toda la familia.
¡Como pasa el tiempo!

Búsqueda en Google de: