Del síndrome de Diógenes al minimalista. Consumo desaforado


Que España está en crisis, es verdad, pero que harán falta generaciones para cambiar una mentalidad en que la mayoría de las cosas que consumimos/compramos no nos hacen puta falta, también es verdad. Habrá quien esté en el paro y no sepa pasar sin su iPhone ni sus gafas de sol Moss Lipow. No es mentalidad solo de España, sino de todos los países que estamos bajo la influencia del consumismo. Es curioso que la única solución que proponen para salir de la crisis, es que consumamos más (No sé cómo van a hacerlo cinco millones de parados). Leo por ahí: Sólo el 20% de lo que consumimos a diario lo necesitamos realmente.
No voy a hablar aquí de la huella ecológica, ya lo he hecho antes en este blog. Quizá destacar:
A nivel mundial sabemos que la biocapacidad existente es aproximadamente de 1,7 hectáreas por habitante en el mundo, es decir, que si repartiéramos el terreno biológicamente productivo tocaríamos a 1,7 hectáreas por individuo. Ahora bien, la huella ecológica media mundial es actualmente de 2,8 hectáreas por habitante, lo que significa que se necesitarían dos mundos para satisfacer el actual ritmo de consumo y generación de residuos.


Esto viene a cuento de que mi pobre coche, que sumando, había estado parado unos cinco años y además a la intemperie. Arrancaba cuando quería (el sistema electrónico), en el motor habían anidado las ratas, las puertas estaban atascadas, la documentación, triángulos de señalización y chaleco reflectante, perdidos, sin pasar la ITV, etc. Casi me convencen que lo llevara a la chatarra.




Ya está en orden de marcha y creo que durará los que yo dure.
Cuando vivía en Granada, al bajar a la cochera común del bloque, llamaba la atención ver un coche nuevo y más si este era un BMW. En aquellos tiempos era un vehículo que por precio, solo se lo podían permitir unos pocos, pero la gente se decía: Fulano se va a permitir este cochazo y yo no, y antes de pasara un año la mitad de las plazas del garaje estaban ocupadas por esta marca. Eso sí, todos endeudados hasta las narices, pero en aquella época a los bancos le interesaba que estuvieras así, es más, te lavaban el cerebro para que así fuera.
Al paso que vamos no pasara mucho tiempo en que tengamos la flota más vieja de Europa y ni Don Juan ni Juanillo.


Cuando volví de Costa Rica dos cosas me llamaron la atención, el aspecto de abandono que tenía la casa pero sobre todo la cantidad de cosas inútiles tanto dentro como en sus alrededores. Me fui quejando y ya han tirado bastantes (me lo están agradeciendo), pero hacía falta dedicar un día a dar viajes con el coche para tirar cosas inútiles, aunque habría que pensar en un camión porque hasta frigoríficos hay para deshacerse de ellos.
Debo de ser un bicho raro, porque cuando la mayoría de los mortales padece el síndrome de Diógenes, yo padezco el minimalista. Todo lo que me hace falta cabria en una mochila y así he vivido en Costa Rica (puede que aquí no me llegara porque la ropa de invierno me la ocuparía toda) y yo era un privilegiado porque conocí a muchos que solo vivían con lo que llevaban encima.

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La sibilina mengua de la Sanidad. Cistoscopia no duele


Empezaré por el final. Son varias veces las que he mencionado en este blog la cistoscopia y me he quedado admirado de la cantidad de gente que ha llegado a él preguntando si la cistoscopia duele. La respuesta es no. No es que sea agradable que metan un tubo metálico por semejante sitio pero por hacer comparaciones ayer me dolió más una inyección que me pusieron al final de hacerme la misma, que la cistoscopia en sí. También es verdad que me la pusieron estando aun sentado y no pude relajar el musculo.
A lo que iba, de cómo nos están dejando la Sanidad. Es raro el día que no hay noticias de huelga de sanitarios, cosa lógica si tenemos en cuenta que en solo dos años han ido a engrosar el paro 28.496, de cierre de hospitales, de reducción de camas, e incluso cierre de plantas enteras en los que quedan y paro de contar. Como es lógico todo esto es debido al recorte de presupuestos debido a la crisis de los pobres, porque para otros ha sido un chollo, desviación encubierta de pacientes a la sanidad privada, meta ultima de los políticos, aunque también es verdad que ellos son unos mandados de las elites. Fin último: Sanidad Privada.
Como digo en el titulo hay otras cosas que son más sibilinas y que no aparecen en las noticias. Nos van recortando de una forma encubierta que es difícil que la gente se dé cuenta porque normalmente no tiene datos de comparación.
Cuento mi experiencia: Me fui a Costa Rica y huyendo de lo que llaman civilización me fui a uno de los lugares más recónditos del país, pero después me di cuenta de que también tenía sus inconvenientes, para llegar a un hospital se tardaba un día, con lo que digamos un infarto era mortal. Tuve una mala experiencia, junto con otras heredadas y decidí volver pensando que la Sanidad en España había sido un de las mejores del mundo y no habría dado tiempo a que su desmantelación hubiera sido tan rápida. Grave error.
Solo volver me llegue al médico de cabecera. Ni me escucha y lo primero una analítica general. En la segunda visita me dice que podía ser de una infección de próstata, me manda medicación para la misma y vuelta a casa. Me seguía escociendo al orinar, si digo cada vez más, y tercera vista. Que siga tomándome la medicina para la próstata, cosa que ya me cabreó y le dije que no, que me mandara al urólogo y así lo hizo. Me han dicho más de una vez que cuando pongo cara de mala hostia, se me nota a distancia. No le echo la culpa a los médicos de cabecera, los han puesto de cortafuegos. Lo mismo hacen de psiquiatras, que de oncólogos y evitan por todos los medios mandar gente a los especialistas. Estoy seguro que cumplen órdenes y estando su puesto de trabajo en riesgo las cumplen a rajatabla.
Mi llegada de Costa Rica fue a mediados de Marzo, visita al urólogo a mediados de Mayo. Dos meses. No se lo piensa dos veces y me manda una cistoscopia, fue ayer cuando me la hicieron, casi seis meses de cuándo volví.
Lo primero que me encuentro al llegar al hospital es que dentro del mismo, o sea terreno público, han hecho un aparcamiento subterráneo privado. Me pregunto: ¿A cambio de qué? No sé el por qué pienso en los paraísos fiscales, aunque creo que están llenos y los golfos ahora guardan los Bin Laden en bunker hechos en sus viviendas.


Cuarta planta. Ya había estado en ella unas cuantas veces y el ala derecha era solo para urología, ahora es también para otorrinolaringología. O dicho de otra forma que hay la mitad de camas para cada una de las especialidades. El ala izquierda la han dedicado a enfermedades infecciosas, servicio que antes estaba en otro hospital.
Hora de la cita, once y media. Llego a las once y lo primero que me llama la atención es que hay mucha gente esperando. Pregunto y llevaban dos horas de retraso. Tema de conversación. Quejas contra la Sanidad. Cada uno exponía su caso. Como anécdota una mujer estaba tan nerviosa que tuve que darle un ansiolítico (Por mi depresión, siempre lo llevo encima).
Tres horas esperando y por fin entro. Reconozco que enfermeras como uróloga muy amables.


Después de prepárame me acuestan en esa especie de paritorio. La doctora me explica en que consiste lo que me va a hacer y comienza a meterme el dichoso tubito. Veo que topa en algún sitio y ella me lo dice: Ha tropezado y voy a intentar seguir, así que quizás te haga un poco de daño. Un intento y lo deja. Tienen que operarte me dice.


Vístete y me esperas ahí en el pasillo. Yo esperaba que me diera un documento para que me hicieran las pruebas que suelen hacer antes de una operación que fue lo que me hicieron la vez anterior


Cuando salgo fuera y lo leo, es para el urólogo. Me cabreo. Yo ya antes había pedido cita por si las fly y la tengo el día 19 de este mes y menos mal que lo hice porque si no ahora tendría que esperar como mínimo otro mes, y me digo: El urólogo lo único que va a hacer es mandarme hacer las pruebas el por qué esta pérdida de tiempo tan descarada.
Espero que antes de final de año me hayan operado.
Dos cosas más: Si antes me escocia al orinar, al haber hecho presión sobre el estrechamiento, ahora me duele y bastante.
Si no ha entrado el cistoscopio, como va a entrar un tubo que a su vez contiene el bisturí, la cámara, un tubo de entrada de líquido y otro de salida. ¿Me tendrán que abrir en canal el bálano?
Dejémoslo.

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