No, no todo es tan bonito como lo pongo en el vídeo. Como en el digo, ya me habían invitado a tortuguear a Playa Pochote e imaginándome de que se trataba no quise ir. Anoche cuando venía de mi tertulia alguien volvió a hacerlo pero esta vez a Tangomar, en realidad Playa Quizales. Fuera o no fuera, lo que tuvieran que hacer lo harían, así que me decidí a acompañarlos.
Dejamos las últimas casas y llegamos a la playa. La oscuridad era total. El cielo no solo estaba nublado sino que incluso, aunque débil, llovía.
Me había llevado una pequeña linterna pero me advirtieron que en caso de que saliera una, si veía luz se volvería, así que solo la encendía con la esperanza de ver a lo lejos alguna. Hice un largo recorrido y nada de nada.
Estaba sentado bajo una palmera, algo me reguardaba de la lluvia, cuando veo algo de revuelo a lo lejos; me acerco y estaban viendo las huellas que había dejado una que había subido. Fui tras “el experto” y ya a una buena distancia él la veía. Yo no veía un carajo. Estábamos a un metro de ella y seguía sin verla. Más bien escuchaba el ruido que producía con las aletas al ir desplazando la arena para soltar los huevos.
Observo que “el experto” hacia un hoyo junto al que estaba haciendo la tortuga, más profundo y llego a comunicarlo con el del animal, de tal forma que huevo que ponía la tortuga rodaba hacia él y de allí los pasaba a una bolsa de plástico.
A estas alturas mi vista se había adaptado algo y no solo veía la tortuga, sino toda la operación de rapiña, pero lo que más me llamo la atención fue el sonido que hacia el pobre animal. Como si inspirara y después soltara el aire en una especie de quejido.
Al menos para mí fue un momento emocionante.
Una vez que termino el desove la tortuga se puso con sus aletas traseras a tapar la nidada que no existía. A partir de aquí encendí de vez en cuando la linterna y algo pude gravar.
Un gran esfuerzo para dar la vuelta para dirigirse a playa. Creí que su caminar iba a ser más lento, pero no, puede que asustada por la presencia de humanos. No fue mucho el tiempo que tardo en llegar hasta el agua. En cuanto flotó un poco desapareció.
El tiempo total de desove aproximadamente una hora y el número de huevos, ciento veinte y cuatro.
La tortuga verde es una especie en extinción. En Costa Rica está prohibido por ley el “tortuguear”, pero también es verdad que desarraigar ciertas costumbres es difícil, aunque la gran mayoría de la gente se que las respetan.
Costa Rica, ya tuvo un problema a nivel internacional con unas imágenes que circularon por internet y que le hizo mucho daño. Cuando esto lo comento con alguien de la zona, me dicen que es que son tantas las que salen que unas rompen los huevos de las anteriores y antes de que esto ocurra los cogen, a veces, para enterrarlos en otras playas. Después de lo de anoche, lo dudo.
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