Por causas que me serian largas de explicar, mi teléfono fijo no estaba a mi nombre. Era un martirio la de veces que llamaban al día preguntando por el titular de la línea. La verdad es que la mayoría de las veces contestaba en plan estúpido diciéndoles que no la conocía o que ya no vivía aquí. Ya escamado, una de las veces se me ocurrió preguntarle para qué coño la querían. Era Jazztel diciendo que tenían una oferta por 42 € y que daban un teléfono móvil. Más que por otra cosa porque yo en la mía pagaba 50 y no tenía teléfono móvil, caí como un chorlito y empecé a interesarme por el asunto. Todo iba bien hasta que les dije que yo quería 10 Mg de ADSL y empezaron a dudar. Me pasaron de un operador/a a otro y después a otro. Saqué en claro que solo podían darme un Mg y les dije que no.
No se dan por rendidos y me llamaron un par de veces más. En la tercera o cuarta me dicen que me van a pasar con un técnico, me explica que están en plena expansión y que ya mismo van a instalar una centralita, e incluso la fibra óptica, y que tendré los megas que me dé la gana. Me dice que me espere y que me pasará con otro. A una velocidad, que más parecía Fernando Alonso en sus buenos tiempos, lo primero que me dice es que la conversación está siendo grabada.
No sé ni que puñetas dijo y bastante menos si yo dije si en algún momento, el caso es que parece que esta es la forma que tienen de contratar ahora.
Llamada de un repartidor que no sabía llegar aquí y lo voy guiando. Me trae un modem. Pasan u par de días y llamo a Jazztel diciéndole que cuando va a venir el técnico a instalármelo. Que siga las instrucciones y que me lo instale yo. ¡Hasta eso se ahorran! Esto ni es crisis ni nada que se le parezca, aparte de una tomadura de pelo nos toman por idiotas.
Lo instalo y efectivamente me llega un mega (Tampoco con la operadora que estaba iba como Hamilton, tenía 2,5). Es tal el cabreo que tengo que vuelvo a llamar y digo que me den de baja y la señorica que me atiende, me dice que tendría que pagar 180 € que lo que va a hacer es rebajarme en el contrato dos o tres euros.
A los pocos días me llega el teléfono. Ni lo he abierto. Ni una copia del contrato ni nada.
Si tuviera las neuronas en condiciones, se tragaban el contrato, el modem y la madre que los parió, pero al otro día he pasado una ansiedad como hacía tiempo que no tenía.
Tengo la impresión que me han engañado como a un zulú (Ahora son los chinos los que nos engañan a nosotros), pero mi depresión no me deja actuar para defenderme y empeorar es lo único que me faltaba.
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