Cuando decidí quedarme en este país, sabia de la colonización que en él existía por parte de los extranjeros, especialmente gringos, aunque curiosamente estos no hacen otra cosa que especular con los terrenos. Muy pocos son los hoteles o demás complejos turísticos creados por ellos, cosa que si han hecho otros, especialmente los españoles, aunque también es verdad que sobre todo en la costa viven muchos cuyos medios de supervivencia es de difícil catalogación. Estos últimos poco o nada hacen por mezclarse con los nativos y bastante menos por aprender su idioma; en sus reuniones, difícilmente hay un oriundo y siguen creyendo que son superiores al resto de los mortales.
Como decía, sabia de que los pueblos de la costa estaban invadidos por ellos, por lo que una de las primeras cosas que hice fue pasarme por el Instituto Costarricense de Turismo para que me indicaran un solo pueblo, por supuesto de la costa, al que no hubieran llegado, a lo que me contestaron que si yo lo encontraba se lo comunicara a ellos.
Fue en este pueblo en el que me quedé, precisamente porque vi que no abundaban mucho. Posteriormente, fui observando lo dicho, de que hacen su vida aparte de la comunidad, cosa que me alegro.
Todos los personajes que he descrito hasta ahora, caso de Yocsan, Diego, Hanzell y mas, son ticos, pero hay otra serie de personajes que merece la pena tener en cuenta. Son personas que han recalado en este país por extraños motivos, y me repito, sus medios de supervivencia difícil descripción. La mayoría son gringos, pero también los hay alemanes, canadienses y por qué no españoles como es mi caso.
Anteanoche, en mi mesa, estaba Gerardo, otro extraño personaje, cuando se acerco William a quien no conocía. Ambos estaban borrachos pero el ultimo, consumidor habitual de marihuana, con la bebida difícilmente mantenía el equilibrio. Ya estoy acostumbrado a que me empiecen a hablar en ingles, cosa que hizo William, y cara de asombro cuando le digo que soy español, pero continua diciéndome que su abuelo también lo era y después de mis primeras indagaciones me dice que llego en un barco y aquí se quedo. Catalán por más señas, de apellido Vinyets.
Continuo sonsacándole, aunque hubo un momento en el que se escamo y tuve que contarle mi vida, cosa que hice en dos minutos, se tranquilizo y continúo con la suya.
Siendo un crío, emigro a Estados Unidos y por circunstancias que me costó trabajo desgranara, solo me decía que tenia hijos y que mantenerlos le era difícil, por lo que se alisto en la guerra del Vietnam. Pensé que la marihuana lo estaba haciendo inventar películas, puesto que ni Gerardo ni mi amigo Javier que ya se había unido a la tertulia, sabían nada de este pasaje de su vida. Le sigo sonsacando y cuando entre otras cosas le arranco que lo paso bastante mal en un pantano, con el agua hasta la boca y rodeado de vietnamitas. Si, a pesar de su estado etílico, estaba diciendo la verdad, otras personas me lo han confirmado. No conseguí sacarle si tenia heridas de guerra.
En uno de sus momentos empezó a hablarme en italiano y según me dijo Gerardo también hablaba alemán.
Difícil sacarle el resto de su vida en Estados Unidos, pero lo cierto es que hace unos veinte años apareció por este pueblo y fue el segundo, después de mi amigo Javier, que vivió del hotel Barceló, aunque William lo hizo vendiendo tours. Fueron varios años los que vivió en una tienda de campaña, acampado en la playa.
Procurare cogerlo consciente y que me desgrane el resto de su vida, porque me han hablado de que fue bailarín y no se cuantas cosa mas, pero la parte curiosa es que un día se metió con el perro de un vejete de malas pulgas que ya murió, este no se las pensó y le dio un machetazo en el brazo izquierdo. Consiguió llegar al pueblo desde donde lo trasladaron a un hospital de Puntarenas y estando en él se le gangrenó la herida por lo que tuvieron que cortarle el brazo.
Al menos, llamativo que saliera ileso de la guerra del Vietnam y fuera un viejo loco el que lo mutilara.
Con el brazo sin terminar de curar y haciendo el viaje por tierra, sin medios económicos, llego a Estados Unidos donde una hija le consiguió una pensión por la amputación de su brazo. Tiene otro hijo gringo el cual es militar y varios hijos ticos, de los que no se por qué me imagino no sabe ni qué es de ellos.
No es mucho lo que aparece por este pueblo a pesar e que vive a solo unos kilómetros de él, pero si lo hace, y su estado aunque no sea del todo, es más normal, intentare que me desgrane su vida más extensamente. Tiene doble nacionalidad, y su verdadero nombre es Guillermo, pero me enseña su cedula tica y aparece como William.
Búsqueda en Google de: De la guerra de Vietnam a perder un brazo en Costa Rica
Niños de la calle en un pueblo de Costa Rica
En mis tertulias de la playa, llegue a conocer a la gran mayoría de las personas de este pueblo en el que decidí asentarme en Costa Rica, hombres por supuesto, puesto que las mujeres solo aparecen por allí en caso de que vayan acompañadas por sus parejas, y cuando lo hacen no se sientan con los grupos de hombres, sino que lo hacen en mesas aparte o se acercan a la playa, o solas con su prole pero a horas mas tempranas de lo que yo lo hago.
Los ricos, ¿ricos?, una vez satisfecha su curiosidad de conocer a un extranjero que habla su mismo idioma y que no es gringo, han dejado de acercarse por mi mesa (para mi es un misterio donde se reúnen si es que lo hacen en algún sitio). También es verdad que hay otra clase, para mi indefinida, a los que saludo todas las tardes, siempre sentados a las puertas de sus viviendas y que la única forma de verlos en lo que llamaríamos el centro del pueblo es en la tienda de comestibles.
Hace algunos días, me encontraba solo sentado en mi mesa, cuando se me acerco un chaval de entre veinte y veinticinco años vendiéndome unas zapatillas que según él son las que vendían en un hotel cercano pero que él lo hacia mas barato. Me encanto su forma de dirigirse a mí y la forma de hacer sus ventas. Rebosaba amabilidad, simpatía, pero lo que mas llamo mi atención es su forma de vender el producto; se le notaba una gran experiencia en estas lides.
¿De donde eres? Le pregunto
De aquí del pueblo
No quieras engañarme como a un gringo, que conozco a toda la gente de aquí y a ti no.
Bueno, en realidad soy de San José, pero vivo aquí.
¿Dónde?
En una cabaña junto al cementerio.
¡No me digas que somos vecinos y no te conozco!
Es que llevo tiempo fuera del pueblo (Me explica que anduvo en los pueblos turísticos de las cercanías)
¿Vendiendo droga?
Mala cosa esa. No, he estado en la construcción, pero por allí se ha dejado de construir (Estalló la burbuja inmobiliaria) y por aquí tampoco hay mucho trabajo.
Tendrás pareja ¿no?
No en la cabaña en la que vivo, estoy con otro muchacho y alguna que otra pareja pero estas no son fijas
¡Una comuna... Vamos! No me entiende
Cada uno lleva algo al final del día y a mi me ha tocado hoy el pan
Termino dándole algunos colones y se despide de mí con su exquisita amabilidad
Ayer lo volví a ver y le falto tiempo para venir a saludarme.
Hemos congeniado.
¿Vendes muchas zapatillas?
No ahora estoy dedicado a la pesca del trasmallo, pero con el viento norte que sopla no podemos salir.
Me acercare por tu casa a veros
Mañana espero y tendré preparado un ceviche y un pescado para comérnoslo. Estúpido de mí que no fui. Tengo que reconocer, que dentro de su escasez, lo comparten todo.
Esta tarde se me vuelve a acercar y no tarda mucho en recriminarme que se quedo con el pescado preparado y se sienta con nosotros. Yo lo estaba con Javier, con Rolo y con Carlos. Viene con su amigo Yocsan. No eran conocidos para Javier ni para Carlos y al ver que conmigo hablaban como si nos conociéramos de toda la vida, ellos también tratan de investigarles. La acampada ha sido en el manglar, hay cocodrilos pero no les importa porque disponen de una escuadra y de un machete, todas las noches encienden unas fogatas y la policía ha estado varias veces para echarlos. Según deduzco la panga y el trasmallo también la han tomado “prestada”.
Que tiene en común este Diego con Nelson, Jose, Oscar, Edwards, Javier, Luis, Raquel y tantos otros con los que me relaciono. Todos han sido hijos de la calle.
¿Motivos por los que llegaron a serlo? Son muy diferentes las causas; a unos no los reconocieron los padres (el padre), quizás el motivo que mas dolor les causo entre todas las demás, en otros la miseria en sus casas, los menos eran unos personajillos que veían que en aquel ambiente poco progresarían así que se escaparon en busca de una vida mejor, maltrato por parte de sus progenitores y resumiendo cada uno arrastra una historia.
¿Como les fue en esa vida? Pasaron miedos (uno duerme con una pistola bajo la almohada a pesar de haber pasado muchos años desde aquello), vendieron flores, papas, lotería, emigraron a Canadá, a la mas cercana Panamá, a Alemania, trabajaron en la construcción, ganaron dinero, uno es, en la actualidad, dueño de un hotel de cabinas, pero los mas cayeron en la puñetera droga y aunque la mayoría están por dejarla, les ha hecho perder un tiempo precioso y a otros los veo de difícil recuperación.
En su conjunto personas maravillosas, desprendidos y como dije anteriormente, todo lo que tienen lo comparten. Los puedes soltar con los ojos vendados en medio de cualquier lugar de Europa y no solo no se morirían de hambre sino que se les antojaría que habian despertado en el paraíso.
Doy por supuesto que Costa Rica no es Brasil, ni tampoco mi pueblo es indicativo de lo que pasa en el país, pero investigo un poco y algo va mal. En primer lugar ninguno de los que he citado nació aquí, y si aquí han recalado estos en cuantos otros lugares lo habrán hecho otros. Busco estadísticas pero hacerlo por estos parajes es como encontrar una aguja en un pajar, , pero leo este articulo que a mi al menos me ha puesto los pelos de punta.
Búsqueda en Google de: Niños de la calle en un pueblo de Costa Rica
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