Hace poco leí un libro, el del típico aventurero, por supuesto inglés, que quería llegar al polo sur. El capitán del barco el auténtico protagonista, cuando se iban acercando al antártico, le dijo que no debían de seguir, la mar se estaba helando y el barco de vela y vapor, iba a quedar atrapado, como así ocurrió. La trama del libro trata de la vuelta. Arrastraron los botes salvavidas por el hielo hasta que llegaron al océano, después a una isla que ni existía en los mapas (por el camino se tuvieron que comer hasta los perros) y se decidió que uno de los botes con el capitán y su sextante, hasta llegar a una isla ballenera. Al final no murió ninguno. No quería hablar aquí de la aventura en sí. Mi gran pregunta es cómo hay personas que aguantan temperaturas tan extremas, incluso de -40 º o menos, además mojándose y desnutridos.
Ya por aquí estamos amaneciendo a 0º y esto no es para mí. No es cuestión de ropa. El cuerpo no me responde y esto no es ni por la edad ni por estar depresivo, de nunca aguante el frio. Ya lo investigaré. Sera cuestión de genes. Me acuerdo de Costa Rica que durante todo el año el termómetro me marcaba alrededor de los 30º.
Ayer me tocaba ir al Urólogo a que me dijera que pensaban hacer de mí después de ver la cistouretrografia miccional. La cita era a las 11:57. No a las menos diez ni a las menos cuarto, sino a las 11:57.
Calculamos bien el tiempo y nos vamos en el coche. Hasta que no calentó y empezó a funcionar la calefacción creí que me moría.
Me dice que me tienen que operar y que no es gran cosa que me desobstruirán el meato y de camino reconocerán la vejiga para ver cómo está de las operaciones anteriores.
Pasaran meses o quizás años antes de que me hagan todas las pruebas, se las pasaran a urología y cuando dispongan de cama me llamaran por teléfono.
Pídele a los dioses que no te de una enfermedad dolorosa porque si no morirás rabiando como los perros antes de que te curen.
Búsqueda en Google de: El por qué no aguanto el frio, visita al urólogo y la Sanidad en España es cada vez más mierda