Aumenta la familia. La gatilla ya tiene compañía


Esta mañana ha aparecido el gatillo II. Desde que desapareció el I, la ya gata, la notaba sola, sobre todo a la hora de sus juegos, que son animales muy especiales y para todo las tienen.


Con el primero que lo he visto es con el Curro, pero su forma de jugar con él no me he gustado nada. Es como hacia el gatillo con las ratas, que al final le daba el mordisco fatal. Espero que lo vea de otra forma después de un periodo de adaptación.
Con el Fideo también lo vi peligrar cuando estaba comiendo de su cacharro y se le acerco.


La gata ni caso, hasta que una vez dormida se lo puse al lado y lo abrazaba.

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A ver a mi médico de cabecera y a mí hermano Manolo. Está mejor que yo


Hace un par de semanas lo pase putas entre la garganta que me dolía y cansancio que ya no era tal sino que se me escapaba la vida. Pedí visita para el médico de cabecera y por una serie de malentendidos al final he estado hoy. Siempre vas con la esperanza de salir hecho un bendito pero hoy he salido más bien cabreado, aunque el no se lo merece. Como ya dije en otra ocasión es de los pocos médicos adscritos a la Seguridad Social que te trata como a un enfermo, pero ya son tropecientas veces que me dice que no sabe por qué estoy asi. Al verme cabreado empieza a filosofar y me dice que en la antigua Facultad de Medicina había un rotulo que decía; “No hay enfermedades, hay enfermos”, que los enfermos dependen mucho de su carácter, como es lógico entendí que soy un bicho raro, y pinto un circulo en el que intento explicarme que se daba con una enfermedad por eliminación de otras. La mía debe de ser la mas difícil porque ya he perdido el número de TAC`s, radiografías, colonoscopias y más hierbas que me han hecho.
Se suponía que nos sobraba tiempo para legarnos a Traumatología para ver a mi hermano Manolo y fuimos a comprar un condensador que es lo que suponía que estaba mal de la bomba de la depuradora de la piscina que no funciona, pero estaba bien lo que quiere decir que el motor de la misma esta quemado.
El aparcamiento está lejos de trauma y hay me doy cuenta que entre las vértebras jodidas y la falta de ejercicio estoy bien jodido. Tuve la impresión de que no andaba sino que arrastraba el cuerpo como una mala culebra.
En estas condiciones cuando veo a mi hermano me pareció tarzán. Hablaba estupendamente y hasta tenía ganas de comer.
Nos vinimos porque ya era tarde. Hasta el mío que parecía una chorrada se queda grande en comparación con el que tú has tenido y encima te has subido en un helicóptero.

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