Sigo con el ictus. Doppler de carótidas y análisis de sangre


Recuerdo cuando era un crio la manía que le tenía a Granada, solo subía a ella cuando me examinaba de lo que antes se llamaba bachiller o en caso de alguna enfermedad (no había instituto ni nada que se le pareciera a un hospital en Motril). Algo semejante me está ocurriendo con Puntarenas y San José.
El ferry me parece la embarcación más lenta que en mundo ha sido. Por aquí están dando una especie de cursillo de patrón de panga y uno de los profesores dice que lo hacen ir lento para que los pasajeros consuman. No creo que sea el motivo, me imagino que será la velocidad de mínimo consumo de combustible. De todas formas siempre hay algo interesante que ver, aparte, claro está, de los mochileros/as.
Para ir a Puntarenas no merece la pena pasar el carro, así que a la
llegada taxi y a los análisis de sangre. Me sacan tres o cuatro botes y a desayunar. Por aquí no se entienden los desayunos sin que sea una comida para subsistir todo el día.
La cita en la clínica para hacerme el doppler, era para las dos de la tarde y aún faltaba bastante, pero decidimos acercarnos por allí a ver si sonaba la flauta, me los hacían antes de tiempo y podíamos coger el ferry de las dos.


Otra vez taxi y salimos fuera de Puntarenas, en realidad estaba cerca de Barranca. Llorada a la muchacha que nos atiende, llama al Dr. Pero le dice que como muy pronto me vera a la una y media. Después del desayuno me había tomado la ración de pastillas y siguen dejándome agotado, así que me siento en el alcorque de un árbol que más bien era la parada de autobuses.


Veo otra cosa que no veía desde niño. Una bicicleta a motor. Mosquito la llamábamos en aquella época. Sin querer pienso en la crisis y pienso que volverán. Se acabaron los BMW.



Ecografía de las arterias que llevan el riego sanguíneo a nuestro cerebro, lo veo en la pantalla  pero no entiendo nada así que al acabar le pregunto al Dr. si estaban hechas una mierda a lo que me contesta que para mi edad están bastante bien. Otra prueba lista. En realidad la que me queda solo la hacen en el hospital de San José en el que me volverá a ver el Neurólogo. Esperemos me la puedan hacer el mismo día que me vea.


Definitivamente habíamos perdido el ferry de las dos así que a esperar el de las cinco. Vuelta a Puntarenas y a hacer un poco de turismo.
En el ferry nos encontramos con Javier y nos lo trajimos en el carro. Se ve que en su pueblo nadie quiere escuchar sus locuras y se vengó con nosotros porque no paró de hablar en todo el camino.
Llegada a Tambor. Como ET. ¡Mi casaaaaaa!

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Mis experiencias (por ahora) con un ictus

Aquí se debe ver el ictus

La vida es una cadena de acontecimientos, en el que normalmente unos son buenos y otros malos. Los buenos, te hacen olvidar los malos, y cuando estas en mala racha, te consuelas con aquello de después de la tempestad viene la calma, pero hay momentos en que se rompen todas las reglas y los malos suelen encadenarse uno tras otro hasta que llega un momento que pierdes la esperanza en ver la luz después del túnel.
No he perdido la esperanza, pero estoy muy cabreado conmigo mismo suponiendo soy el responsable de esta puñetera cadena.
Ahora me ha venido un ictus. Debe ser el derrame cerebral más benigno y cachondo (lo de hablar como un borracho me sigue pareciendo, al menos, divertido) que en el mundo han sido, porque según los casos que he conocido y los que me están contando, nada que ver. Lo único que he sentido (y siento) es dificultad para expresarme, lenguaje que me cuesta articular y ser entendido por quien me escucha y dificultad en coordinar mis pensamientos con el teclado, pero en ambos me he dado cuenta de que haciéndolo más lento de lo habitual, algo consigo. También es verdad que suelen repetir y este sea el aviso. Espero que lo próximo no sea el dengue, ahora que estamos en época.
Mientras me hacen una serie de pruebas, me han mandado, me imagino en plan preventivo, una buena cantidad de píldoras, que junto a las que ya tomaba, tengo complejo de gallina picando grano. Ni he leído la utilidad de las mismas, pero lo que si es cierto es que después de tomarme las de la mañana, será coincidencia, siento un agotamiento fuera de lo normal. Desayuno, me vuelvo a acostar, me levanto, me voy la ducha, pero nada. Es a partir de las cuatro o las cinco de la tarde cuando empiezo a resucitar y aún tengo que sacar fuerzas para irme a la playa.




Tengo que hacerme una serie de pruebas para que el neurólogo (creo se pueden contar con los dedos de una mano los que hay por aquí) tenga medios para hacer un dictamen lo más preciso posible. En San José ya pedimos presupuestos. Una vez en Tambor y ya que pago el Seguro Social, pensamos en que me las hagan allí, pero solo me hacen los análisis de sangre y en lista de espera para un mes. Al final pedimos presupuesto en Puntarenas y aunque no todos al final voy allí mañana para hacérmelos. El tema del Seguro Social es un tema aparte. Otro día con más ganas hablaré de él.
Lo de quitarme de fumar, cosa en el que Dr. fue tajante, lo llevo muy mal. No soy capaz de no fumarme ni uno. Claro que con los dos/tres paquetes que me fumaba esto es un verdadero éxito. Si no me quito ahora jamás lo haré.
Bastante esfuerzo he hecho. Continuaré.

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