Al río Pánica a por orquídeas aéreas
La verdad es que no hay que hacer muchos proyectos para darse un bonito paseo. Carlos cuando viene de su trabajo en el hotel, normalmente nos visita, y hoy nos dice que en el rio Pánica tiene unos palos con orquídeas. No lo pensamos mucho y vamos a por ellas. Pienso que su interés en llevarnos más que por darnos las plantas era por llevarse una maroma que algún barco había perdido y el mar la había arrojado a la playa.
La verdad es que el trazado del Río Pánica me tiene más desorientado que una brújula en una batidora. Como lo hemos cruzado dos veces con la corriente de derecha a izquierda en la ida, sigo sin explicármelo. La tercera, aunque no llegamos a cruzarlo, hubo que meterse en él para dar la vuelta, pero esta vez la corriente venia de izquierda a derecha (¿???????). A partir de aquí Carlos continúo andando y después vino cargado con un palo en el que habían, digamos enraizado, varias magnolias.
Lo de las plantas aéreas, es, al menos para mí, algo curioso, en primer lugar porque las creía parasitas, y no lo son, y en segundo lugar, porque las hay de gran tamaño que no sé cómo narices han llegado las semillas allí, como es el caso de los tabacones.
Camino de vuelta dejamos a Carlos en su casa.
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