El viejo y sus problemas
Nos hablan de que la esperanza de vida, al menos por donde he vivido o vivo anda por los ochenta años. Al parecer la cosa va a más y ya se habla de quinientos años e incluso mil.
Si vemos el grafico que encabeza este escrito y comparamos a lo largo de la historia, vemos claramente que digamos en el último siglo la cosa va hacia arriba algo similar al del número de habitantes de este planeta. Ya hablé algo del tema hace algunos escritos.
Más de uno pensará que dato de la esperanza de vida estaba un poco desvirtuado porque la mortalidad infantil era muy alta y el valor es la media, pero si lee esto de Luis Oro, catedrático de Química Inorgánica, sin la química nuestra esperanza de vida actual apenas llegaría a los cuarenta años.
Pero no voy a discutir aquí si no son todos los que llegan a los ochenta años ni siquiera si lograran que al menos algunos lleguen a los quinientos y no digamos a los mil porque lo de Matusalén con sus 969 años se quedaría a la altura de una alpargata (Tampoco se quedó corto Noé con sus 950).
Ahora se discute si la edad de jubilación es a los sesenta y cinco o se prolonga a los setenta. Supongamos que quede en los setenta y que a la vuelta de la esquina moriremos a los cien, bajo mi punto de vista, ni nuestro cerebro, por ahora nuestro cuerpo, ni el estilo de sociedad que hemos creado, están preparados para soportarlo. Un caso concreto es el del Alzheimer que avanza a pasos de gigante. Pero tú eres uno de los que te escapas, ¿Qué te espera?
Biológicamente estamos preparados para vivir 110 años, si nos morimos antes es porque no hay nadie que te enseñe a envejecer, leo por ahí, pero me pregunto ¿Quién coño se acuerda actualmente de los viejos y menos para enseñarlos? Los viejos en la sociedad actual, no solo son unos coñazos para los familiares, sino un gasto no productivo para los políticos.
Normalmente te verás apoltronado en un sillón frente a la televisión.
Perdemos la curiosidad y el interés por lo que nos rodea.
Dejamos de movernos y entramos en vía muerta.
Tendrás suerte si puedes llevar a tus nietos al parque.
Cuando no haga frio te sentaras en un banco de un parque con personas de tu edad y os aburriréis contándoos todos los días las historias del pasado.
Te cerrarás a las nuevas tecnologías. Todavía no he visto a un viejo mandando mensajes por medio del celular a sus amigos/as. Mucho menos poniendo jilipolleces en Facebook.
Seguiría con más pero aquí lo dejo. El resumen es que no sabrás a que dedicar tu tiempo libre que será demasiado.
Son muchas las veces que he escuchado aquello de se jubiló y a los dos años murió.
No estoy pensando en mí, que hace bastante tiempo que entre en la vejez, aunque hay muchas personas que el solo mencionarles que lo son, los pone enfermos. Desde que llegue a este país, no he parado de visitar todo lo que he podido, tampoco he parado de observar lo que me rodea, de ello da fe mi cámara fotográfica y el celular que me compré para sustituirla, mi idea es seguir visitando más lugares, y tengo en proyecto dos para los próximos días, pero a partir de ahí lo que desearía ver es cuestión de dinero; desplazamientos largos, pernoctar en hoteles, comer en sodas o restaurantes… Y no lo tengo. La verdad es que cuando he mencionado cuando he puesto el listado de lo que sucede en la vejez no he puesto que su pensión no les alcanzara ni para comprarse el tabaco, cosa en la que yo soy un privilegiado, pero con sus límites.
Y sí, he pensado. ¿Qué hare en el futuro? ¿Volveré a España? La verdad es que me da miedo solo el pensarlo, tengo la seguridad que sería enterrarme en vida. ¿Volveré a la catarata de Santa Fe? Volveré pero tengo la seguridad que esa especie de éxtasis que sentí cuando me encontré a solas rodeado de naturaleza virgen, no lo volveré a sentir. ¿A Montezuma o a Malpaís? Ya estoy hasta las narices de mochileros gringos.
También, y no pensando precisamente en mí, creo que aún estoy perfectamente capacitado para imaginar algún proyecto empresarial, pero pienso en mis últimas experiencias laborales y lo veo como algo que no quisiera repetir.
Sin darme cuenta estoy pensando en mi futuro con cierto miedo y es lo último que pensaba que me iba a ocurrir. De hecho dicen que esto es uno de los síntomas de que te estás haciendo viejo.
Llevo unos días cabizbajo. Ojala pase y mi futuro lo vea más atrayente.
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