Ansiedades y pajarracos
Yo creo que nací ansioso (primera acepción). Recuerdo siendo muy pequeño que el médico de cabecera me decía que era digno hijo de mi madre. Ella lo era aunque en aquel entonces se decía que era muy nerviosa. Cuando pasé la depresión, el diagnóstico fue, si mal no recuerdo, un cuadro depresivo ansioso. Estuve largos años medicándome y llego un momento que creí lo había superado, cuando sufrí, estoy convencido, lo que llaman un trastorno por estrés postraumático, tan es así que me pasó por la mente en cuestión de segundos la película de una época de mi vida y alguien que entiende del asunto, me dijo que me había librado de una buena, porque lo normal es que hubiera desencadenado un infarto. Estaba completamente convencido de que algo iba a salir bien y fue todo lo contrario. El choque fue terrible.
Volví a Costa Rica con una dosis de ansiolíticos, la cual me fui bajando, cuando fue pasando el tiempo, pero mira por donde entre las cosa que me traje pendientes, una fue quitarme de fumar, no porque el tabaco matara a Manolete, que es lo que nos vienen a decir ahora, sino porque lo considero el vicio más estúpido del mundo, y encima los gobiernos en vez de prohibirlo (cualquier alimento o producto que sea cancerígeno lo prohíben, ¿el por qué no el tabaco?), sabiendo que es la droga más adictiva que existe, lo que hacen es aumentarle los impuestos para dárselos a los bancos ¡pobrecillos!
Pues bien, hace unos días creí había llegado el momento y lo intenté. Pensé lo conseguía, pero al par de días, no es que mordiera las uñas, es que creí estallar. He respirado fuerte, me he ido a pasear por la playa y nada de nada. Antes de reventar, sigo fumando y estoy igual que empecé. Lo pensaré bastante antes de hacer otro intento. Al final nos morimos todos.
Mientras paseaba por la playa, esta vez he estado observando a las fragatas y hay algo que me ha llamado la atención: No hacen picados sobre sus presas al igual que los pelícanos, sino que siempre andan alrededor de ellos, tocan el agua más bien con las patas, pero por más que me he fijado nunca los he visto con un pez. Investigo y esto dicen: si una fragata ve a otra ave capturando un pez, se lanza a acosarla hasta obligarla a soltar su presa, y hábilmente atrapa el pez antes de este que caiga al agua. Después de leer esto, esta tarde he intentado ver ese robo, pero los buchones, al menos los que yo he visto se tragan su pieza, bien tragada.
Me han dado otra explicación: El buchón coge un pez, pero en su picado golpean a otros pocos, los cuales quedan muertos o atontados y estos son los que cogen las fragatas. Por ahí sí.
Búsqueda en Google de: Ansiedades y pajarracos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No esperes de mí la confrontación. A pesar de que la comunicación escrita es susceptible de malas interpretaciones, aclarémoslas como personas civilizadas...
¡Bienvenido seas a este rincón!