La crisis y la repartición de recursos del planeta Tierra


Que el gasto de la gente de la calle está es cosa obvia. La inseguridad ante la economía hace que prefiramos ahorrar antes que consumir, y a esto añádele al que no tiene un puto duro para hacerlo (no hay más que recordar a los cinco millones de parados en España), porque aun habiendo mucha economía sumergida, no creo que les dé para comprarse BMWs.
El que el consumo disminuya, para los economistas, esos señores que no fueron capaces de alertar sobre lo que se nos venía encima, es una catástrofe. Hay que consumir para que los países progresen, dicen.
No voy a hablar aquí de la jaula de grillos en que se convierten las reuniones de los mandamases de la zona euro, de los ni de .
Veíamos la televisión y ponían un reportaje de cómo vivían los desheredados de la ciudad de Manila. María me dijo: Quita eso que no soporto verlo.
Entre las noticias de los telediarios, sobre como lo está pasando la gente en las playas, también dieron otra sobre . Ni puto caso que se le llama a eso. A nadie le interesa que 57.000 niños sufren de malnutrición severa.
Un inciso: En su día nos amargaron con el agujero de ozono, , la , , , , de que y paro de contar.
Me hago una reflexión: ¿El que los países, digamos desarrollados, consuman menos, no será bueno para los más necesitados toquen a más? Por lo pronto me vienen a la cabeza los países emergentes, sobre todo e , que están creciendo a un ritmo desmesurado, por lo que lo que no estemos consumiendo nosotros, lo están consumiendo ellos.
Lo de la crisis me suena a aviso. Los gringos, no pueden estar consumiendo diez veces más de lo que da el planeta Tierra, ni los españoles cinco, pero como siempre el pez grande se come al chico y aunque escaseen los recursos, quienes peor lo pasaran serán los más débiles. Puede que terminemos comiéndonos unos a otros.

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Como los perros y los gatos


Recurrimos a la frase que encabeza este escrito para dar a entender que las personas a las que se la aplicamos se llevan a matar, pero curiosamente no entre todos los perros y gatos ocurre esto.
Son un par de días los que llevan juntos Dorao y Escubi. La verdad sea dicha son bastantes más las veces que se habían visto. Pues bien, entre ellos se podía aplicar la frase de juegan como el perro y el gato. Juegan a una especie de escondite para ver quien sorprende a quien.
Escubi debido a su tamaño, juega con ventaja con respecto a por ejemplo Kiko. Una pata de Escubi sobre Dorao, apenas le hace nada, pero la pata de Kiko con unas uñas que parecen garfios, no solo aplastan al gatillo, sino que cuando me las echa a mi, me deja marcado.
Y pongo como ejemplo a Kiko, porque en la terapia de grupo que hago todos los días con ellos, parece que lo está aceptando, y que incluso quiere jugar con él, pero cada vez que le echa la manaza encima el gato le responde con un fuuuu que hace que Kiko se ponga no solo a la defensiva, sino que quiera atacar.
No digamos de la Penca. No hace migas con él ni por asomo. Cuando se lo acerco le caen babas de la boca yo creo que pensando en el bocado tan exquisito que tiene a tan corta distancia. Difícil veo que congenien.
Son muchas las veces que el Escubi y el gato han jugado, pero difícil es que tenga la cámara a mano y cuando la tengo parece que se lo huelen y no juegan. A base de paciencia he cogido unas pocas de tomas y las he unido.

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