El mundo como no debía de ser. Cuando la cabeza no discurre
Estoy convencido, si algo aprendí de los ticos es a no darle importancia al tiempo. Volví al médico en la fecha que él me dijo guiándose por el ordenador. Mira los análisis en la misma computadora, ahora ni los ve uno, y me dijo que independientemente de que me tendrán que ver los urólogos, tenía infección en la orina y que antes tenía que hacerme otro análisis que tardaría más de lo normal, que preguntara cuanto demorarían y que volviera a pedir cita para que me viera de nuevo. Ya me los hice pero aun no la he pedido.
Alguien sigue recortando los setos y la maquina no cortaba nada así que me dicen de ir al taller para afilarla. Carreteras, rotondas, circunvalaciones y al fin llegamos. La dejamos allí porque aparte de afilarla hace falta pegarle un repaso general.
Muy cerca hay un polígono de grandes almacenes y digo que nos llegáramos a comprar una impresora. No sabía trabajar sin ella y aun no la he utilizado.
A la vuelta digo de parar a comprar unos geranios porque los que hay en las macetas de porche están mustios de no haberlos cuidado nadie. Ya puestos también trasplantamos alguna maceta al suelo.
Tomo complejo de urbanita y al otro día decido ir al banco del que me llevaban llamando hace meses. Estoy horas con la directora. Algo está cambiando en los bancos. A raíz de las estafas que ha habido en los mismos, con el cuento de que quieren clasificar a los clientes te hacen una especie de test y después firmas unos papeles en los que vienes a decir que sabes si te están gastando una putada o no. No tenía prisa y me los leo. Viendo que lo que es a mi pocas putadas pueden hacerme y que a cambio a través de internet me dan una opción de tener una asesora y línea directa con ella, los firmo.
Pasan los días llega el domingo y otra vez nos reunimos toda la familia. Dicen de comer en el patio junto a la cocina y no sé qué inventos hacen para que a todos nos de la sombra. Me dicen que debíamos de poner una pérgola porque es el sitio ideal, entre la cocina y la piscina. Les digo que no soy ningún acaudalado y que no estoy para semejantes dispendios. Hay alguien que le sienta bastante mal. Ya lo veía hecho.
Lo que si esta hecho una mierda es el porche y el lateral de la casa que da a la catalpa. Para los que estamos acostumbrados a verlo nos parece normal, pero cualquiera que venga de la calle lo primero que pensara es que somos unos guarros, así que convenzo a la comunidad de que al menos esa parte debíamos pintarla.
Leyendo hasta lo aquí escrito parecería que ya estoy hecho un portento, pero nada más lejos de la realidad. Estos cuatro días pasados he estado más muerto que vivo. Solo tenía ganas de cama y la cabeza ni siquiera pensaba y lo poco que lo hacía era broza.
La verdad es que entre la paja en que pensaba era que para estar así, mejor me hubiera quedado en Costa Rica. Allí por alguna extraña razón al llegar el atardecer no dudaba en irme a la playa.
Anoche llego Javi de un viaje por Suiza. Es de los pocos afortunados que puede utilizar sus estudios (con tanto que lo criticaba por haber estudiado Física) y ahora durante un tiempo va a hacerlo en el acelerador de partículas de aquel país.
Parece que hoy me encuentro mejor. Serán rachas, pero insufribles.
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