Gata loca haciendo uñas
He tenido, o al menos conocido, muchos gatos, pero tan raro ninguno, bueno, en realidad es gata. Ya en este blog menciono a más de uno pero pondre enlaces a uno de ellos y a su triste final.
Dicen que los gatos al contrario de los perros no eligen dueño (jefe de la manada), sino que eligen terreno, pero hasta en eso es especial, solo se trata con su dueña y hasta he visto que le regaña en caso de que no le haga lo que ella supone que se le debe de hacer.
Ha estado como una semana en celo, y en vez de ir a buscar gatos que la alivien, ha estado aquí encerrada, más bien dándome el coñazo, porque al ser el único ser viviente (Ya no digo humano) que hay aquí por la mañana, no se separaba de mí (ni sabrá que existen machos de su especie). Se le ha pasado el celo y ya ni la veo. Con un nieto mío estuvimos buscándola y no la encontramos.
Tampoco hace por salir de la casa, habiendo campo donde podría retozar he incluso intentar cazar algún pájaro que sería lo normal en cualquier animal de su especie, y es una cosa que le viene muy bien porque fueran están Fideo y Kiko, perros que felino que entra en su terreno lo destrozan. Vamos, que no he visto que perdonen uno.
Por la noche, a la hora de la cena y de ver la televisión (Para el que la vea, porque está peor que cuando me fui de este país) se pone a hacer uñas, pero no lo hace en un sofá ni en un cojín, sino en una cosa que en su día lo seria, especie de trapo destrozado.
Lo dicho, la gata más loca, o al menos más rara que en la vida he visto.
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