Después de más de dos años tomándome el anti que me mando el malafollá de psiquiatra al que fui para saber una segunda opinión de mi diarrea mental o depresión (Antes la llamaban melancolía), y de que los baños de agua fría, aunque me hayan hecho bien, no me han quitado la colitis cerebral, y no queriendo quedar hecho una mierda para lo que me quede de vida (Por cierto, gracias Facebook, sé que hoy cumplo años), ayer decidí llamar (O más bien me llamaron) a mi antiguo brujo D Rafael Navarro , y quedamos citados a las once de la mañana.
Después de reírnos un poco de su congénere, hablamos un poco de lo que estaba tomando y solo me cambio el ansiolítico y el antidepresivo que no se si me lo mandara la Seguridad Social porque es nuevo (¡Vamos! Que voy a hacer de conejillo de indias).
No pasó como otras veces que nos hemos reído del mundo. Le advertí que dudo mucho de los antidepresivos y me dijo que los que no creen en ellos terminan por llevarle a los familiares para que se los receten.
Paramos a comprar un limpiafondos y vuelta a la casa.
Hacia poco que me había levantado de la siesta cuando me parece escuchar una voz de mujer, salgo y era una de mi hija que había venido a felicitarme por mi cumpleaños. Al poco apareció la otra. Ralea de nietos Me hacen apagar una velita (Que se apagó a la segunda) y después nos fuimos a la sombra del olivo que hay junto a la piscina. Allí estuvimos dándole a la lengua hasta que ya se hizo de noche y se fueron.
Me tome dos Coca Colas y hoy lo he pegado con la ansiedad.
Ya tengo setenta y dos tacos según me recordaron.
Búsqueda en Google de: Vuelta a los orígenes. Antidepresivo de última generación: Zinosal 12,5 mg
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